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Enviado el: Miércoles, 07 de Junio de 2006 07:08:52 p.m.
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Asunto: ZS060607
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ZENIT – El mundo visto desde Roma
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Servicio diario – 07 de junio de 2006
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Santa Sede
Benedicto XVI explica el primado de Pedro según el Nuevo Testamento
Confidencias de Benedicto XVI al recibir el título de ciudadano honorario de Altötting
El cardenal Sodano ordena a dos obispos para Kirguizistán y Kazajstán
Dos nuevos obispos auxiliares para Quito (Ecuador)
Mundo
Los obispos aplauden la abolición de la pena de muerte en Filipinas
China: La diócesis de Cangzhou recuerda a sus mártires
Estudioso de fama mundial demuestra que el feto experimenta dolor
Entrevista
El sentido de la visita de Benedicto XVI a Auschwitz
Audiencia del miércoles
Benedicto XVI: Pedro, la roca sobre la que Cristo fundó la Iglesia
Nuevos movimientos
Punto Corazón
Documentación
«Dios es amor», la verdad más importante; según Benedicto XVI
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Santa Sede
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Benedicto XVI explica el primado de Pedro según el Nuevo Testamento
Recorre los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles para ilustrar en qué consiste
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 7 junio 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI mostró este miércoles en la audiencia general cómo Cristo en los Evangelios confío a Pedro un papel preeminente entre los apóstoles que consiste en garantizar la unidad en la Iglesia.
Al dirigirse a unas 50.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro, el pontífice dedicó su tercera intervención a la figura del pescador de Galilea –después de las catequesis del 15 y del 24 de mayo–, presentando en esta ocasión a Pedro como «la roca sobre la que Cristo fundó la Iglesia».
«Recemos para que el primado de Pedro, confiado a pobres seres humanos, sea siempre ejercido en este sentido original deseado por el Señor y para que lo puedan reconocer cada vez más en su significado verdadero los hermanos que todavía no están en comunión con nosotros», dijo el Papa al concluir.
Su meditación se convirtió en un repaso de las páginas del Evangelio y en parte de los Hechos de los Apóstoles en los que «se manifiesta la voluntad de Cristo de atribuir a Pedro un especial relieve dentro del colegio apostólico con numerosos indicios».
Él es, por ejemplo, el único apóstol a quien Jesús le asigna un nuevo nombre, Cefas, que quiere decir «Piedra», nombre que acabará sustituyendo al original, Simón.
Pedro es el único que es nombrado en numerosas ocasiones por su nombre, mencionándose al resto de los apóstoles en grupo, y siempre es recordado como el primero del grupo en los Evangelios.
«Fue el primero a quien lavó los pies en la última Cena –recordó el Santo Padre– y sólo reza por él para que no desfallezca en la fe y pueda confirmar después en ella a los demás discípulos».
Por otra parte, «el mismo Pedro es consciente de esta posición particular que tiene –siguió diciendo–: es él quién habla a menudo, en nombre de los demás, pidiendo explicaciones ante una parábola difícil, o para preguntar el sentido exacto de un precepto o la promesa formal de una recompensa».
En el capítulo 16 de Mateo (versículos 18 a 19) Jesús pronuncia «la declaración solemne que define, de una vez por todas, el papel de Pedro en la Iglesia», siguió aclarando el pontífice: «tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos»
«Las tres metáforas a las que recurre Jesús son en sí muy claras: Pedro será el cimiento de roca sobre el que basará el edificio de la Iglesia; tendrá las llaves del Reino de los cielos para abrir y cerrar a quien le parezca justo; por último, podrá atar o desatar, es decir, podrá establecer o prohibir lo que considere necesario para la vida de la Iglesia, que es y seguirá siendo de Cristo».
«Es siempre la Iglesia de Cristo y no de Pedro. Describe con imágenes plásticas lo que la reflexión sucesiva calificará con el término “primado de jurisdicción”», subrayó.
Y esta posición preeminente que Jesús quiso entregar a Pedro «se constata también después de la resurrección», ilustró su sucesor den la sede de Roma, en el nacimiento de la primera comunidad cristiana.
«En el así llamado Concilio de Jerusalén, Pedro desempeña una función directiva, y precisamente por el hecho de ser el testigo de la fe auténtica, el mismo Pablo reconocerá en él un papel de “primero” ».
«Además, el hecho de que varios de los textos claves referidos a Pedro puedan ser enmarcados en el contexto de la Última Cena, en la que Cristo confiere a Pedro el ministerio de confirmar a los hermanos, muestra cómo la Iglesia, que nace del memorial pascual celebrado en la Eucaristía, tiene en el ministerio confiado a Pedro uno de sus elementos constitutivos», siguió aclarando.
Este contexto del Primado de Pedro en la Última Cena, explica la esencia del primado, dijo por último: «Pedro tiene que ser el custodio de la comunión con Cristo; tiene que guiar en la comunión con Cristo de modo que la red no se rompa, sino que sostenga la gran comunión universal».
«Sólo juntos podemos estar con Cristo, que es el Señor de todos. La responsabilidad de Pedro consiste en garantizar así la comunión con Cristo con la caridad de Cristo, guiando a la realización de esta caridad en la vida de todos los días», concluyó.
ZS06060705
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Confidencias de Benedicto XVI al recibir el título de ciudadano honorario de Altötting
El corazón mariano de Baviera
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 7 junio 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI recibió este miércoles en una breve ceremonia el título de ciudadano honorario de Altötting (Alemania), localidad conocida como el «corazón» mariano de Baviera, su tierra natal y, emocionado, dejó espacio a confidencias.
En esa localidad se encuentra el santuario de la época carolingia dedicado a la Virgen María que es visitado todos los años por un millón de peregrinos. Muy cerca se sitúa Marktl am Inn, el pueblo donde nació Joseph Ratzinger.
Al encontrarse con la delegación alemana en el Aula Pablo VI, según ha informado «Radio Vaticano», el Papa recordó un episodio de juventud, acaecido cuando él y su hermano regresaron «sanos y salvos» de la segunda guerra mundial.
Su padre «recorrió a pie el largo trayecto que separa Traunstein de Altötting para dar gracias a la Madre de Dios» por la salvación de sus dos hijos.
Benedicto XVI añadió que fue inolvidable también la peregrinación a ese santuario que realizó Juan Pablo II, cuando el cardenal Joseph Ratzinger era arzobispo de Munich, pues en él el Papa Karol Wojtyla pudo «percibir el corazón católico de Baviera».
«Hace pocos años –reveló– pude acompañar a una peregrinación a pie, que procedía de Ratisbona (Regensburg) y en aquella ocasión comprendí profundamente lo que significa una peregrinación de este tipo».
«No es sólo “caminar con los pies”, sino “caminar con el corazón”, no es un recorrido exterior, sino interior», señaló.
«En medio de los esfuerzos y de los cansancios de este camino, al final se da verdaderamente la gran alegría de llegar a la Madre de las Gracias, de encontrarse con ella en el silencio del santuario».
«Altötting custodia este patrimonio de siglos, que de este modo permanece siempre vivo», reconoció, siendo así un «lugar antiguo y nuevo de encuentro con la Madre del Señor y, por tanto, de renovación de nuestra vida».
«Con este título de ciudadano honorario –confesó Benedicto XVI– ahora formo parte de manera totalmente particular de Altötting. Los grandes duques bávaros 0habían dispuesto que, tras su muerte, sus corazones se conservaran en aquel santuario. Yo sé que, de este modo, mi corazón ahora es tomado aún más definitivamente por la Madre de Dios y que ella mi cuidará desde lo alto y me guiará en mi peregrinación».
ZS06060707
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El cardenal Sodano ordena a dos obispos para Kirguizistán y Kazajstán
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 7 junio 2006 (ZENIT.org).- La Iglesia católica en las antiguas repúblicas soviéticas de Kirguizistán y Kazajstán cuentan con dos nuevos obispos, símbolos del renacimiento católico experimentado en las dos últimas décadas.
Los dos prelados recibieron la ordenación episcopal de manos del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, el 2 de junio pasado, en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Los nuevos consagrados son monseñor Nikolaus Messmer S.J., obispo titular de Carmeiano, administrador apostólico de Kirguizistán; y monseñor Athanasius Schneider, obispo titular de Celerina, auxiliar de Karaganda (Kazajstán).
El cardenal Sodano, en la homilía, definió a las pequeñas comunidades católicas de Kirguizistán y Kazajstán come «sla de la tierra y luz del mundo», pues se trata de pequeñas minorías.
En Kirguizistán, país de unos cinco millones de habitantes, los católicos son unos 5.000. En Kazajstán, con unos 15 millones de habitantes, hay unos 40.000 católicos.
«Con la llegada de los dos nuevos prelados, esas comunidades podrán fortalecerse y continuar su camino de testimonio evangélico en la realidad contemporánea », dijo el purpurado en una homilía pronunciada en italiano, ruso y alemán.
Monseñor Messmer es enviado a la capital de Kirguizistán, Bishkek, como guía de una nueva administración apostólica, en un país en el que desde hace años trabajan algunos religiosos de la Compañía de Jesús.
Nacido el 19 de diciembre de 1954 en Karaganda, tras ser ordenado sacerdote en el seno de esa congregación religiosa, alcanzó la licencia en Espiritualidad en la Universidad Pontificia Gregoriana en el año 2004. Ha sido párroco en Bishkek y después superior del preseminario de la diócesis de la Transfiguración en Novosibirsk (Federación Rusa).
Monseñor Schneider asistirá en su ministerio apostólico al obispo de Karaganda, monseñor Jan Pawel Lenga, quien fue uno de los otros dos obispos co-consagrantes, junto al arzobispo Józef Wesolowski, nuncio apostólico en Kazajstán, Tayikistán, Kirguizistán, y Uzbekistán.
Nacido en Tokmak (Kirguizistán), de padres de origen alemán, que más tarde emigraron a Rottweill (Alemania), en 1982 entró en la Orden de los Canónigos Regulares de la Santa Cruz en Austria.
Estudió filosofía en la Universidad Pontificia Santo Tomás («Angelicum») de Roma y teología en el Instituto «Sapientiae» de Anápolis (Brasil). Ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1990, se doctoró en Teología Patrística en 1997. Hasta ahora era director espiritual en el seminario y canciller de la Curia diocesana de Karaganda.
En la basílica de san Pedro, sin esconder su emoción, se encontraban algunos de los familiares de los nuevos obispos.
Junto a monseñor Messmer concelebraron sus tres hermanos jesuitas, otro hermano sacerdote diocesano, y entre los presentes se encontraban tres hermanas religiosas, así como la madre, que tras quedar viuda, se ha consagrado a Dios.
Monseñor Schneider estaba acompañado por sus dos hermanas, una de ellas religiosa clarisa.
ZS06060703
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Dos nuevos obispos auxiliares para Quito (Ecuador)
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 7 junio 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha nombrado dos nuevos obispos auxiliares para la arquidiócesis de Quito, monseñor René Coba Galarza y el Padre Danilo Echeverría Verdesoto, según informó este miércoles la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Monseñor Coba nació en Quito, el 26 de septiembre de 1957. Estudió en los Seminarios Menor y Mayor de esta ciudad. Es Licenciado en Teología y Master en Teología Pastoral por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Recibió la ordenación sacerdotal el 3 de julio de 1982. Ha desempeñado diversos servicios pastorales en la arquidiócesis de Quito: párroco, formador en el Seminario Menor, profesor en la Universidad Católica del Ecuador.
Por encargo de los obispos de Ecuador, colaboró en varias tareas en la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Actualmente es Párroco de Chimbacalle, al sur de Quito, y Vicario General de la arquidiócesis de Quito.
El padre Echeverría nació en Quito, el 19 de junio de 1962. Hizo sus estudios con los Hermanos Maristas en la escuela «Pedro Pablo Borja» núm. 2, de Quito, y en el Colegio «Los Andes».
Estudió Medicina en la Universidad Central del Ecuador; pero luego decidió ingresar al Seminario Mayor de Ibarra. Obtuvo su doctorado en Teología en la Universidad de Navarra, España.
Juan Pablo II lo ordenó sacerdote el 29 de mayo de 1988. Se ha dedicado sobre todo a la docencia eclesiástica en el Seminario Mayor de Ibarra, del cual fue Vicerrector durante cuatro años y Rector desde el año 2003 hasta ahora.
ZS06060710
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Mundo
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Los obispos aplauden la abolición de la pena de muerte en Filipinas
MANILA, miércoles, 7 junio 2006 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Filipinas ha aplaudido el apoyo del Congreso filipino a una ley de abolición de la pena capital. Unos mil reclusos esperaban hasta ahora en el corredor de la muerte su ejecución.
La medida ha sido aprobada por el Senado y la Cámara de Representantes. La ley debe ser ratificada y promulgada por la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo.
La firma presidencial se producirá «con toda probabilidad» antes de que Arroyo emprenda a finales de junio un viaje de Estado al Vaticano y España, dijo a la agencia EFE el consejero político de la presidenta y responsable de las relaciones con el legislativo, Gabriel Claudio.
Todo el trámite parlamentario se va a acelerar al máximo para poder aprobar la ley antes de que el legislativo entre en receso el próximo viernes.
La propia presidenta pidió, el 31 de mayo, por escrito a los presidentes del Senado y de la Cámara de Representantes que aprobasen «urgentemente» sus respectivos proyectos de ley para abolir la pena de muerte, un castigo que considera inútil para evitar crímenes y que, perjudica a los pobres, que no pueden costearse buenos abogados.
Filipinas se convertirá en el cuarto país de la región del Sudeste Asiático-Pacífico, sólo con Australia, Nueva Zelanda y Timor Oriental, que no tendrá en su legislación la pena capital.
ZS06060709
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«Encontraba en la Iglesia el contrapeso a todo lo negativo de la sociedad»
BARCELONA, miércoles, 7 junio 2006
El director del museo diocesano de Barcelona, Josep Maria Martí Bonet, valoró este miércoles el éxito que está teniendo la exposición que acoge este mes 130 piezas realizadas por Andy Warhol desde el año 1957 hasta el año de su muerte, 1987.
Se tratan «de un cuadro muy intimista» del representante del pop art, afirmó.
«Warhol era muy contradictorio –declaró a la agencia Veritas el sacerdote–. Por un lado, muy revolucionario, pero por otro, encontraba en la Iglesia católica el contrapeso a todo lo negativo de la sociedad y la gran solución a todos los problemas que él mismo sufría en su carne.
Martí Bonet explicó que el artista no ocultaba su condición de católico practicante y tenía en su despacho un Cristo, y se refirió a su voluntad de hacer una evocación de la Última Cena en los últimos años de su vida. Era un hombre muy contemporáneo, con problemas que hoy están en la calle, pero con esperanza, a pesar de todo, añadió.
La exposición, abierta del 1 de junio al 9 de julio, invita a reflexionar sobre el hombre contemporáneo y muestra el deseo de la Iglesia de establecer un diálogo abierto a todos sobre los problemas que se encuentran en las piezas expuestas, según Martí Bonet.
El museo diocesano de Barcelona dedica especial atención al arte contemporáneo, en el que se inscriben casi la mitad de las cerca de doscientas exposiciones que ha acogido. «Pretendemos abrazar a tantos artistas que quieren manifestar el diálogo de convivencia que es el arte –concluyó el director del museo–, gracias al cual podemos entendernos y respetarnos».
Fuente/Autor: ZENIT.org-Veritas