Tanto si les responde como si no lo hace,
sigan invocándolo,
invocándolo sin cesar
bajo las bóvedas de la asidua oración.
Tanto si viene como si no,
confíen:
se acerca cada vez más a ustedes
en cuanto percibe un gesto amoroso del corazón.
Tanto si les habla como si no,
no se cansen de implorarlo.
Aunque no les dé la respuesta que esperan
no duden de que, de un modo u otro,
veladamente, se dirigirá a ustedes.
En la oscuridad
de susoraciones más profundas,
sepan que juega al escondite con ustedes.
Y en medio de la danza de la vida,
de la enfermedad y de la muerte,
si sisguen invocándolo,
sin caer en la desconfianza
por su aparente silencio,
obtendrán su respuesta.
Fuente/Autor: PARAMAHANSA YOGANANDA