ROMA, viernes, 7 abril 2006
Imad El Atrache, jefe de redacción de la sede de Bruselas del canal Al Jazeera, considera la figura de Juan Pablo II «muy cercana y humana» y afirma que «Juan Pablo II no era sólo el Papa de los católicos».
El periodista, que ha participado en el Congreso «Evento religioso, evento televisivo. Giovanni Paolo II» organizado por la RAI en la Universidad Pontificia Gregoriana, clausurado este viernes, recordó que la emisora televisiva panárabe decidió cubrir sin interrupciones la muerte de Juan Pablo II porqué «estaba claro que se trataba de una noticia mundial de mucho interés también para nosotros».
«Creo que la cobertura mediática que ofrecimos fue grandiosa», confiesa en declaraciones a Zenit.
«En una primera fase de su pontificado Juan Pablo II se preocupó por alentar al pueblo de los católicos para que no tuvieran miedo», consideró.
«A partir de 1985, amplió su mirada a los hombres de todas las religiones. El abrazo a todos los pueblos, independientemente de su credo hizo que su figura sobrepasara las fronteras de su Iglesia y que Juan Pablo II dejara de ser, según nuestro lenguaje periodístico –musulmán– el Papa de los católicos para ser simplemente “el Papa” », explicó El Atrache.
«En su primera frase del pontificado cometió un error de italiano al decir: “Si me equivoco, me corregiréis”. De este modo, se me presentó muy humano a mis ojos de creyente que no soy cristiano, de practicante aunque no católico», explicó el periodista que precedentemente ha trabajado en las relaciones externas de la emisora árabe más conocida en el mundo.
«Era una frase tan ingenua y hábil que trastocaba todo, el Papa que es el guía de los fieles se dejaba guiar por ellos, única y exclusivamente para guiarles mejor», observó.
«Yo, que en primer lugar soy musulmán y después periodista, me quedé fascinado por este Papa, es decir, por un Papa que respeta profundamente la verdad del hombre, que se expresa en el sentido religioso», confesó en este congreso que cuenta con el patrocinio de la Embajada de Polonia ante la Santa Sede.
«Todos los hombres que aceptan y que tienen algo de trascendente en su credo y en cualquier tradición religiosa honran la verdad del hombre y, por tanto, según Juan Pablo II, honran al mismo tiempo a Jesucristo, que es la verdad del hombre», añadió.
«En Marruecos [el 18 de agosto de 1985, ndr.], en un estadio con 45.000 jóvenes, el Papa dijo que los musulmanes y los cristianos pueden colaborar basándose en el mismo Dios amor, pero al mismo tiempo no escondía la grande y profunda diferencia sobre la persona de Jesús y sobre su papel en la historia de la salvación», concluyó.
Fuente/Autor: Zenit