Veracruzanos jamás les vuelven a hablar a sus mujeres, ni les depositan remesas.
XALAPA, Ver.
De pronto, sus esposos dejaron de hablarles sin avisar. Se trata de 2 mil 300 mujeres que habitan en 10 municipios veracruzanos -de un total de 212-, que de la noche a la mañana fueron abandonadas a su suerte. Son el otro rostro de la migración que pocos ven.
Se estima que cada año unos 400 mil veracruzanos buscan llegar a Estados Unidos. Ahora, mitigado el duelo por la ausencia del compañero, estas mujeres tienen que empezar la lucha para sobrevivir. Vender tortillas, tamales o dedicarse al campo, es la única salida para alimentar desde uno hasta cinco hijos.
Muchos de los hombres que se van a ese país prácticamente se desaparecen, pues jamás les vuelven a hablar a sus mujeres, ni les depositan remesas, según un estudio del Programa Estatal de la Mujer.
Su directora, Sandra Soto Rodríguez, explicó que a menos de tres meses de iniciado un estudio sobre la situación de mujeres abandonadas por esposos migrantes detectaron que únicamente en 10 demarcaciones 2 mil 300 quedaron solas.
En su mayoría, aquéllas fueron detectadas en los municipios de Zentla, Xalapa, Veracruz, Ilamatlán, Chicontepec y Coatepec. Zentla, donde encontraron 600 casos, registra el mayor problema.
Según encuestas aplicadas, a las pocas semanas que los hombres se van a trabajar a Estados Unidos hablan por teléfono a sus esposas, luego las llamadas se vuelven esporádicas, para después dejar de enviar remesas y no volver a llamar. Desaparecen.
“En algunos casos sólo hablan para pedir más dinero”, lamenta la funcionaria estatal. Y entonces las consecuencias para las mujeres son duras. Explica así que ellas se sienten culpables porque no pudieron retener a sus hombres, lo que “se traduce en enojo contra el gobierno y contra todo”. En términos simples, “hay un deterioro de su autoestima”.
Suplen al hombre
Estas mujeres abandonadas por hombres que migraron, tienen que sacar adelante a los suyos, e inician trabajos como empleadas domésticas, en empresas, en el campo, o bien de costureras y tortilleras.
Así, “suplen funciones de sus hombres que las dejaron”, relata la funcionaria y reconoce que se trata de un problema grave, donde los casos aumentarán a medida que avancen en el estudio en regiones de alta migración. En informes del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Veracruz (Copladever), éste es considerado de “migración emergente”, pues la salida de sus pobladores es un fenómeno que se agudizó recientemente.
En las décadas de los 50 a los 70 del siglo pasado, el número de veracruzanos en Estados Unidos no superaba los 3 mil. La entidad se caracterizaba entonces por estar entre las que menos mano de obra exportaban. Para 1995, había entre 25 mil y 30 mil veracruzanos en Estados Unidos. En 2005 llegó a entre 400 mil y 450 mil.
“Adicionalmente hay que considerar la migración interestatal, ya que hay veracruzanos en fronteras del norte como Reynosa y Ciudad Juárez, entre otras”, explicó el coordinador general de Copladever, Rafael Arias Hernández.
Fuente/Autor: Edgar Ávila Pérez/El Universal