Mundo Misionero Migrante

Mesa Transfronteriza aboga por migrantes

Organizaciones civiles de Guatemala y México que integran la Mesa Transfronteriza abogan por el cese de los abusos contra migrantes, quienes ahora no solo afrontan los vejámenes de los cuerpos de seguridad, sino que son blanco de bandas del crimen organizado.

Delegados de organizaciones civiles de México y Guatemala debaten acerca de la vulnerabilidad de los migrantes al exponerse a la travesía en busca del sueño americano.

Ana Elena Barrios, de la organización civil Comunicación y Capacitación de Chiapas, explicó en una reunión reciente en Huehuetenango que no solo son alarmantes los 20 mil secuestros anuales que reporta la Comisión Nacional de Derechos Humanos de su país, sino también se calcula que el 60 por ciento de los 400 mil migrantes que pasan por México con víctimas de extorsiones.

Explicó que este delito es uno de los más comunes en la región y ocurre a todo nivel, desde algunos agentes policiales hasta policías municipales, quienes no deben solicitar documentos de identificación a extranjeros, e incluso vecinos de las comunidades situadas en las rutas utilizadas para llegar a Estados Unidos.

Barrios señaló que hay pequeñas extorsiones por parte de taxistas, autobuseros, vecinos y autoridades municipales, así como las macroextorsiones, propiciadas por grupos del crimen organizado.

“Es bien conocido que los Zetas tienen un control territorial fuerte en la mayoría de rutas de migrantes, y otros grupos controlan otros pasos”, dijo.

Trata de personas

Sandra Sales, de la Secretaría Presidencial de la Mujer, de Guatemala, indicó que estas organizaciones internacionales que apoyan a migrantes hicieron un estudio respecto de la trata de personas y prostitución, y determinaron que solo en la zona de Tapachula, Chiapas, México, hay unas 10 mil mujeres que son víctimas de explotación sexual, de las cuales, el 80 por ciento son centroamericanas. “Lo que más preocupa es que en su mayoría son menores y se convierten en víctimas de trata al obligarlas a vender su cuerpo”, expresó Sales.

Miguel Ángel Paz Carrasco, coordinador de la organización civil Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes, afirmó que viajar en busca del sueño americano es un viacrucis.

“Dejar a su familia con deudas y buscar mejoras representa tener un pie en el más allá, pues muchos migrantes no solo son blanco de autoridades mexicanas, sino de la delincuencia organizada y grupos del narcotráfico que secuestran para extorsionar, y aunque se paga un rescate, muchos han terminado masacrados en fosas comunes”, expuso.

Paz recordó las narcofosas encontradas en el 2010 y el 2011 en el Estado de Tamaulipas, donde fueron hallados cuerpos de migrantes que habían permanecido capturados, y pese a que familiares pagaron el rescate, los victimarios no les perdonaron la vida.

Carteles controlan ruta de migrantes

Las rutas utilizadas por migrantes están controladas por el crimen organizado y los carteles de la droga de Sinaloa, los Zetas, el Golfo, los Arellano Félix, entre otras bandas.

El negocio del secuestro y extorsión colectivos es altamente rentable, al cual se suma la corrupción de algunos funcionarios de migración y efectivos de seguridad.

Pese a que las casas del migrante situadas en la frontera sur de México y occidente de Guatemala hacen esfuerzos por documentar los casos de víctimas de cualquier delito o violación a sus derechos, es difícil porque no existe manera de registrar la totalidad, ya que las dependencias estatales del vecino país no los documentan, aunque se sabe de un elevado subregistro.

20 mil secuestros de migrantes se registran anualmente.

270 mil extorsiones ocurren al año en territorio de México.

Fuente/Autor: Prensa Libre