AFRICA/COSTA DE MARFIL
Abidján
El Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados, (UNHCR) está preocupado por el nivel de violencia y se entristece al constatar que el propio personal y los funcionarios de otras agencias de las Naciones Unidas y ONG se han convertido en blanco de los ataques. Lo afirma un comunicado de la agencia de las Naciones Unidas en el que se precisa que El Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) está trabajando para reemprender sus actividades en favor de millares de refugiados al oeste de la Costa de Marfil, después de los episodios de violencia de la semana pasada en Guiglo en el oeste del País, en la frontera con Liberia.
EL UNHCR ha evacuado todo su personal, compuesto por once marfileños y un extranjero, de Guiglo después de la serie de ataques que comenzaron la tarde del 23 de enero, cuando centenares de manifestantes se dirigieron al compound de las Naciones Unidas. Allí amenazaron al personal de las Naciones Unidas y trabajadores humanitarios, pidiendo su salida inmediata de Guiglo.
A esta siguieron otras protestas similares contra las Naciones Unidas en Abidján. La oficina del UNHCR en Guiglo fue destruido durante los ataques después de que los manifestantes saquearan los locales y quemaran el edificio. Se han perdido todos los archivos así como cinco coches, una motocicleta y tres generadores.
Otras agencias de las Naciones Unidas y numerosas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) internacionales han sufrido pérdidas similares. Los depósitos que contenían ayudas y comida también han sido saqueados.
EL UNHCR se encuentra en Guiglo desde hace más de diez años, dónde trabaja a favor de los refugiados y de la población local. La agencia expresa su preocupación por el hecho de que no quede ningún trabajador en el campo para asistir a los más de 10.000 refugiados liberianos, sobre todo ahora que incluso la mayor parte de los partner ha evacuado su propio personal. Otra fuente de preocupación son las reservas de ayudas, incluida la comida, destinadas a los refugiados y que han sido saqueadas, al igual que los coches, necesarios para llegar hasta los refugiados y distribuirles las ayudas.
Los almacenes deben ser ahora nuevamente abastecidos y el apoyo logístico reconstruido. La mayor parte de los 37.500 refugiados registrados en Costa de Marfil vive al oeste del país, incluidos acerca de 6.000 personas en el campo de Nicla, cerca de Guiglo y más de 4.000 en las comunidades circunstantes. Las informaciones recibidas del campo de Nicla indican que los refugiados estarían seguros. Aunque, los acontecimientos del pasado fin de semana han hecho particularmente difícil la distribución de las ayudas a las personas necesitadas.
En los próximos días, una misión formada por numerosas agencias de las Naciones Unidas deberán alcanzar Guiglo para valorar la situación en el campo y la posibilidad de retomar las operaciones. (L.M)
Fuente/Autor: Agencia Fides