“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

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LA LEY DEL AMOR

27 de enero de 2020

En un momento determinado de la Eternidad, Jesucristo dirigiéndose a unos ancianos que estaban con El preguntó:

-Dime anciano ¿cuantas unidades de tiempo terráqueos han transcurrido desde mi vuelta de allí?

-Mil novecientos setenta y cuatro años, Señor.

-Bien, voy a enviar a mis ángeles allá para que me informen de lo que está pasando, si la semilla que dejé ha crecido, si ya es un gran árbol en el que anidan las aves, da frutos abundantes para saciar a los hambrientos y sombra fresca a los viandantes acalorados.

Y así lo hizo.

De vuelta los ángeles y ante la presencia del Señor se dispusieron a informar. Jesús dirigiéndose al primer ángel de su derecha le indicó que comenzase.

-Señor, me dirigí a la tierra donde te encarnaste, caminando hacia el norte llegué a una ciudad llamada Beirut, del país donde el sabio Salomón obtuvo la madera de cedro para el Templo de Jerusalén. Con gran espanto y sorpresa contemplé como la única ocupación de esos hombres era destruirse con armas mortíferas y ensordecedoras. Una noche, me encontraba en un campo de refugiados civiles, el campo de Shatila, cuando de improviso interrumpieron allí unos hombres armados que como posesos, llenos del espíritu del Maligno, con furia inusitada y saña comenzaron a asesinar, torturar, mutilar, y violar, borrachos de sangre, odio, vino y hachís y así continuaron durante dos días con sus noches..

Jesús preguntó:

-¿No había allí ninguna autoridad que mantuviera el orden, que impusiese a aquellos malditos cometer tanta atrocidad?

Respondió el ángel:

-El campo de refugiados estaba bajo la jurisdicción del ejército judío, que contemplo impasible la horrenda matanza.

-¡El Ejercito judío! ¿es que aun no ha comprendido? ¿no saben que esa sangre inocente caerá sobre sus cabezas? ¿y porqué de esa matanza, ángel? ¿Quiénes eran los asesinos? .

-Señor, en este pequeño trozo de tierra los hombres se odian y en nombre de lo más sagrado se matan.

-Si ángel, ¿pero quienes eran los asesinos?

-Se decían cristianos, Señor.

Al pronunciar estas palabras, hubo un silencio y el rostro de Jesús se ensombreció.

-¿Cristianos? ¿Mis seguidores?

Y pequeñas gotas semejantes a sangre aparecieron en su frente. Mientras un segundo ángel se dispuso a informar.

-Yo, Señor, recorrí unos pueblos aparentemente más pacíficos, no hay guerras como las que ha descrito mi compañero, pero los hombres de allí hacen violencia contra ellos mismos. Son hombres que adoran el dinero, el poseer el éxito. No reconocen ninguna norma moral que pueda obstaculizar los objetivos que se han marcado. Hay leyes llamadas civiles que son impuestas por sus gobernantes.

-¡El dinero, el arma del Enemigo, motivo de culto!, dijo Jesús.

-En esa sociedad, los hombres despliegan una actividad inusitada buscando ganar cada vez más. Las madres al trabajar para tener en la familia un dinero adicional al del marido, no pueden atender debidamente a sus hijos, dejándolos al cuidado de extraños, ponen impedimentos ala concepción, abortan en caso necesario y algunas hasta los abandonan. La vejez es ignorada, tiene para ellos una cara demasiado fea para mirarla de frente y ante, la muerte no tienen respuesta, siempre les pilla de improviso. Cuando esos hombres en un momento de lucidez contemplan su propio vacío existencial, se angustian y buscan la vida en las satisfacciones más primarias: Comida, sexo, drogas, fiestas, alcohol………..

Jesús suspiró profundamente y dirigiéndose al tercer ángel le dijo:

-¿y tú que tienes que decir?

-Yo Señor he viajado por varios países y naciones que hasta hace poco estaban regidos por un sistema de gobierno omnímodo, con la pretensión de instalar la felicidad en la tierra con procedimientos exclusivamente humanos. Era un sistema basado según sus gobernantes en la ciencia y en la razón humana. Cuando por su propia naturaleza todo aquel sistema de gobierno se ha derrumbado de golpe, el vacío que ha dejado ha sido aterrador. La reacción de aquellos hombres sin ilusiones ni esperanzas ha sido terrible han dado un salto atrás en la historia, surgiendo con violencia en aquellos países, sentimientos tribales que parecían desterrados para siempre. Las guerras civiles han proliferado y antiguos vecinos que vivían en paz durante generaciones hoy se odian y se asesinan destrozando de camino lo poco que podían salvarse.

Jesús preguntó a otro ángel:

-¿ y mi Iglesia, que ha pasado con aquel germen que dejé en la tierra para que fructificase y orientase a los hombres?

-Yo he investigado a tu Iglesia, Señor. Impulsada por el Espíritu Santo tu Iglesia comenzó a crecer, pero asombrados por el milagro los reyes de las naciones se la asociaron y lo que en principio parecía prometedor originó un crecimiento desproporcionado de aquel árbol, muchas ramas y pocas raíces, poco firme en consecuencia. Tu Iglesia se lleno de discusiones, la filosofía pagana quiso analizarlo todo, explicarlo todo, comprenderlo todo y sus dirigentes al no ponerse de acuerdo empezaron a dividirla.

-Les invite a un banquete, no ha que discutieran como habían preparado los manjares, Jesús pensó en voz alta.

-Hoy tu Iglesia está dividida, atomizada, tu mensaje tiene mil interpretaciones originando rivalidades e incluso odios.

-Dime ángel ¿y la ley del amor, el nuevo mandamiento que le di antes de regresar, se da entre los que se llaman mis fieles seguidores?

-Señor la mayoría cumplen los diferentes ritos y preceptos pero no conviven, no comparten, se ignoran, en definitiva no se aman.

En ese momento el rostro de Jesús se ensombreció y unas tinieblas espesísimas cubrieron toda la tierra. Cuando hubo pasado un tiempo de intenso silencio, Jesús mirando la Tierra entenebrecida le preguntó al ángel:

– ¿Que son aquellos puntitos de luz dispersos por la superficie de la Tierra tan potentes que son capaces de atravesar tinieblas tan espesas?

-Señor en la Tierra hay hombres que creen simplemente en tu mensaje, que están abierto al Espíritu y que en su corazón ha aparecido el Amor. Esa es la luz potente que atraviesa las tinieblas.

-Entonces ángel aún hay ESPERANZAS.

Fuente/Autor: Reflejos de luz

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