“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

GOETHE
Camina humildemente con tu Dios… (Mi 6,8)
01/27/2020
SEÑOR, YO TE ESCUCHO
01/27/2020

Tu Página

La estufilla.

27 de enero de 2020

Reflexión dedicada a los JSF valientes que participan en la Convivencia de Pascua

Me acababa de levantar, cuando lo vi a través de los cristales empañados de mi ventana. Yo, a pesar de tanto abrigo, tiritaba de aburrimiento.

Él no estaba solo. Venía al frente de un pequeño ejército de amigos voluntarios. Nunca había contemplado a un caudillo más joven y recio que él…

Mis ojos, cansados de soñar sin dormir, se esforzaban para no dar crédito a esta visión heroica, tan opuesta a mi vida. Temblé de rabia cobarde, cuando noté que él me miraba…

Con voz fuerte, mientras su mirada se mantenía hacia mí, me preguntó:
– ¿Tú vienes conmigo?
Como si no hubiera oído, casi disimulando, proferí algo así como:
– ¿Eeeh… Qué?
Su recia voz se oyó de nuevo:
– ¿Tú te viernes voluntario conmigo?
Tartamudeando, débilmente respondí:
– No, no puedo, es que estoy aquí atado… Sí, de veras, atado voluntariamente al suave y lindo calorcito de mi estufilla…
Mientras yo bostezaba, su voz – la voz de él – resonó majestuosa, con la nobleza amplia de las cascadas eternas:
– ¡¡¡En marcha!!!

Sus soldados, decididos y voluntarios, caminaron tras él sobre la blancura ideal de la nieve pura. Y sus huellas – las de él -, y las de ellos, quedaron impresas profundamente, marcando un camino recto y nuevo hacia el sol.

Pero yo, … yo, no. He preferido quedarme aquí detrás de los cristales empañados, atado suave, cómodamente, al calorcito cercano de mi estufilla privada.

Comments are closed.