En el quinto aniversario de la muerte del purpurado vietnamita.
ROMA, Italia.
Monseñor Giampaolo Crepaldi, secretario del Consejo Pontificio Justicia y Paz, ha anunciado que está a punto de comenzar la causa de beatificación del cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân.
El anuncio se produjo el pasado 18 de abril en Roma- durante la presentación del ensayo escrito por el cardenal Camillo Ruini, en italiano, con el título Verità di Dio e Verità delluomo. Benedetto XVI e le grandi domande del nostro tempo (Verdad de Dios y Verdad del hombre. Benedicto XVI y los grandes interrogantes de nuestro tiempo) editado por Cantagalli de Siena en una colección especial de la se encarga el Observatorio Internacional Cardenal Van Thuân sobre Doctrina Social de la Iglesia.
El Cardinale Van Thuân (1928-2002) está considerado con razón como un mártir del catolicismo en Vietnam.
Testigo de la fe, de la esperanza cristiana, del amor a la Iglesia y a los pobres, sin tener ninguna culpa permaneció detenido durante trece años -nueve en absoluto aislamiento- en los campos de reeducación comunista.
Formado en Roma y consagrado obispo de Nhatrang en 1967, François-Xavier Nguyen Van Thuân fue nombrado por Pablo VI en 1975 arzobispo coadjutor de Saigón (la actual Ho Chi Minh). El Gobierno comunista definió su designación como un complot y tres meses después ordenó su arresto.
Tras su puesta en libertad fue obligado a abandonar Vietnam. Juan Pablo II le acogió en Roma y le confió cargos de gran responsabilidad en la Curia.
En marzo de 2000 conmovió a millones de personas que pudieron leer fragmentos de las meditaciones que pronunció durante sus ejercicios espirituales a Juan Pablo II y a la Curia, momentos en los que compartió muchas de las experiencias espirituales maduradas en la cárcel.
El purpurado vietnamita las publicó después en el libro Testigos de la esperanza, editado por Ciudad Nueva.
Creado cardenal en febrero de 2001, murió en 2002 a los 74 años.
El libro explicó el secretario del Consejo Pontificio- me ha impulsado a unir el tema de la verdad de Dios y del hombre- al que está dedicado el texto del cardenal Ruini con el tema de la esperanza, tan querido por el añorado cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân e incluso central en su espiritualidad y en su ejemplar conducta de vida humana y cristiana.
La conexión subrayó monseñor Crepaldi- se hace aún más inmediata y significativa por el hecho de que este año nos preparamos para recordar el quinto aniversario de su muerte, el 16 de septiembre de 2002, y se prepara el inicio de la causa de beatificación.
El prelado, que trabajó junto al purpurado vietnamita, explicó que la verdad tiene un vínculo profundo con la esperanza. La inteligencia de la fe me convence firmemente de que la verdad, al darse o desvelarse, revela una vocación y por tanto induce a esperar, subrayó
Si reflexionamos con atención, vemos que en la verdad, incluso en la más pequeña y cotidiana, hallamos siempre más de lo que pensábamos encontrar. En toda acción buena nuestra encontramos un bien mayor del que pensábamos dar, añadió.
Monseñor Crepaldi -también presidente del Observatorio Van Thuân- afirmó que la verdad nos precede y nos llama. La verdad del ser me dice: conóceme; la verdad del bien me dice: deséame; la verdad de lo bello me dice: contémplame, sintetizó.
La verdad es, en el fondo, menos una conquista nuestra que un desvelarse por sí misma. Esto es todavía más evidente si pensamos en que la verdad exige amor, y sin pasión por la verdad no se la conoce verdaderamente. La verdad es atrayente, concluyó.
Fuente/Autor: Zenit