En la frontera con Somalia.
Los kenianos la llaman “la tierra de nadie”, se trata del área árida cercana al límite entre Kenia oriental y Somalia sur occidental en la que desde hace más de una semana viven, completamente abandonados, más de 4000 prófugos somalíes, fugitivos de los combates en los días pasados con la esperanza de escapar a Kenia pero, con el incio del nuevo año, quedaron bloqueados en el lugar a causa de la decisión del gobierno de Nairobi de cerrar la frontera con Somalia.
En tiempos normales, el paso entre Dhobley (pequeña villa somala) y Liboi (último centro habitado keniano antes de entrar a la ex colonia italiana) y casi invisible al ojo de un occidental: no hay estructuras aduaneras, ni policia a simple vista, y sin embargo la presencia de una de las principales calles (aunque sería mejor decir camino de tierra) hace de este rincón perdido la más importante puerta a Kenia para quien proviene del sur de Somalia. La crisis somala y la intensificación del conflicto entre el gobierno entre el gobierno de transición (ayudado por los militares etíopes) y las Cortes Islámicas ha cambiado el giro de estem pedazo de tierra insiginificante, transformado hoy en una de las zonas más asediadas en el intento de transformar, al menos hasta que dure el conflicto somalo, un confín invisible y poroso en un verdadero dique con el fin de evitar que el caos somalí se extienda en el país. Sin embargo, lo únicos que han sido bloqueados son los atemorizados desplazados somalíes. “No podemos acogerlos. Las medidas tomadas por el gobierno de Kenia nos impiden sobrepasar la frontera y en territorio somalí no tenemos a nadie con la capacida de ayudarlos. Incluso los colaboradores locales, frecuentemente trabajadores de ong loacles, en estos días tiene otras preocupaciones”, dice a MISNA Amanda di Lorenzo, una de las responsables de la Ocha en Nairobi.
Según las estimaciones de la Onu son almenos 4700, prevalentemente mujeres y niños, los prófugos somalíes que quedaron bloqueados y que acampan en el mejor de los casos en Dhobley y en sus alrededores. Todos se dirijían a Kenia, pero fueron obligados a hacer marcha atrás por las autoridades kenianas que han vetado todo ingreso al país, “contraviniendo a las leyes internacionales sobre el derecho de asilo”, subraya una fuente humanitaria. Entre ellos se encontraban también cientos de somalíes que ya habían entrado en territorio keniano y fueron expulsados una semana atrás por el gobierno. “Estamos tratando de hacer presión sobre el gobierno keniano para que se conceda sobrepasar el confín y evaluar la situación”, agrega a MISNA di Lorenzo, subrayando que está en estudio un plan para la misión conjunta Onu-Nairobi con la indicación de obetener información sobre la situación en el área.
En los últimos días aumentaron las presiones sobre el gobierno keniano para que reabra la frontera con Somalia y en la semana, hace saber la prensa de Nairobi, las autoridades de Nairobi y Mogadiscio deberían encontrarse para discutir la reapertura. “Es necesario hacerlo rápido. No sabemos precisamente ni siquiera cuántos son los desplazados bloqueados del otro lado del límite. La Pnu continúa hablando de cerca de 4.000 personas, pero según algunos sería más de 7.000 y las últimas notcias podrían hacer subir el número en manera exponencial. El punto es que el frente de la guerra contra las Cortes se está moviendo cada vez más hacia el confín con Kenia y hacia las zonas en las que se encuentran estos civiles que arriegan así con permanecer involucrados en disparatorias o bombardeos como los ocurridos en las últimas horas”, dice a MISNA una fuente humanitaria que a pedido permanecer anónima. El gobierno keniano, sin embargo, por el momento continúa ganando tiempo, teme infiltraciones de grupos de combatientes sobre el propio territorio, pero teme también un flujo de prófugos en grandes oleadas una vez que el el confín sea reabierto, sobretodo a causa de las incursiones aéreas de los úlitmos días. “No tenemos todavía pruebas, pero la experiencia indica que a los bombardeos siguen siempre gruesos movimientos de población”, agrega la fuente de MISNA. Según el último informe publicado por la oficina para la coordinación de las Relaciones Humanitarias (Ocha) la situación de los 4.700 prófugos de Dhobley “sigue siendo crítica”. “Tienen necesidad de comida, medicinas, estructuras para pernoctar y bienes de primera necesidad”, se lee en la nota de la que MISNA recibió una copia. “Mañana instruiremos a hacer llegar a los más de 4.000 prófugos de Dhobley un poco de comida. Hemos puesto en pie una misión en conjunto con el Programa alimentario mundial (Pam), para hacer llegar a la gente al menos un poco de comida”, dice a MISNA Ivana, Program Officer para Somalia del Alto COmisario de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur. Uhncr), contactada en Nairobi. No se nisiquiera si conseguiremos alcanzarlos, a causa de del clima de guerra, pero debemos intentar”, agrega la funcionaria de la Onu. Pero los de Dhobley no son los únicos bloqueados.
Un número no precisado se encontraría en la misma situación en otras zonas limítrofes y al menos 500 fueron señalados en las cercanías de las islas de Ras Kamboni, uno de los últimos baluartes de los milicianos de las Cortes Islámicas, también éstas golpeadas por los recientes bombardeos. Precisamente esta zona costera parece hacer quedado como la única parte “porosa” del límite y en los últimos días, siempre según las informaciones de las Naciones Unidas, en esta área trnasitaron los más de mil somalíes hacia Kenia.[
Fuente/Autor: Misna