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EL PAPA EN ÁFRICA

27 de enero de 2020

En esta semana Benedicto XVI visita Camerún y Angola , Países africanos. Editamos los diferentes discursos que el Papa pronunciará en su visita a África.

Ángelus dominical, en Angola
Haciéndose hombre, Cristo enseña el valor de todo ser humano, recuerda el Papa.

LUANDA, 22 Mar. 09 /

En la explanada de Cimangola, en la capital angoleña, el Papa Benedicto XVI presidió el Ángelus dominical. Antes de esta oración mariana recordó que “haciéndose hombre como nosotros en todo menos en el pecado, Cristo nos ha enseñado la dignidad y el valor de cada miembro de la familia humana. Ha muerto por nuestros pecados, para acogernos juntos en la familia de Dios”.

“Nuestra oración sale hoy de África, de Angola, y abraza al mundo entero. A su vez los hombres y las mujeres de todas partes del mundo que se unen a nuestras oraciones, dirigen sus ojos a África, a este gran Continente lleno de esperanza, pero todavía sediento de justicia, de paz, de un sano e integral desarrollo que pueda asegurar a su pueblo un futuro de progreso y de paz”.

“Hoy –continuó el Papa– confío a vuestras oraciones los trabajos de preparación para la próxima Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, cuya celebración está prevista para fines de este año. Inspirados en la fe de Dios y confiando en las promesas de Cristo, que puedan los católicos de este Continente estar cada vez más llenos de esperanza evangélica para todas las personas de buena voluntad que aman África, están dedicadas al progreso material y espiritual de sus hijos, y a la difusión de la paz, la prosperidad, la justicia y la solidaridad en vistas al bien común”.

Que la Virgen María, prosiguió Benedicto XVI, “Reina de la Paz, siga guiando al pueblo de Angola en la tarea de la reconciliación nacional tras la devastadora e inhumana experiencia de la guerra civil. Que sus oraciones obtengan para todos los angoleños la gracia de un auténtico perdón, del respeto por los otros de la cooperación que sola puede generar la inmensa obra de la reconstrucción”.

“Que la Santa Madre de Dios, que se confía a su Hijo, nuestro hermanos, nos recuerde a los cristianos de todo lugar el deber de amar a nuestro prójimo, de ser constructores de paz, de ser los primeros en perdonar a quien haya pecado contra nosotros, así como nosotros hemos sido perdonados”.

“Aquí en África del Sur –añadió el Papa– queremos rezar a Nuestra Señora de modo particular para que interceda por la paz, la conversión de los corazones y por el fin del conflicto en la región vecina de los Grandes Lagos”.

Que “su Hijo, Príncipe de la Paz, lleve la curación a quien sufre, consuelo a quienes lloran y fuerza a todos los que avanzan en este difícil proceso del diálogo, las negociaciones y el cese de la violencia”, exhortó.

“Con esta confianza, miramos a María nuestra Madre, en el recitar la oración del Ángelus, en la que rezamos por la paz y la salvación de toda la familia humana”, concluyó.

Benedicto XVI recuerda que el cristiano maduro es quien sigue a Cristo, no a las modas.

LUANDA, 21 Mar. 09

Al encontrarse con los Obispos de Angola y Sao Tomé en la última fase de su viaje a África, el Papa Benedicto XVI recordó que “el cristiano de fe adulta y madura no es el que sigue las modas y las últimas novedades, sino el que vive profundamente enraizado en la amistad con Cristo”.

Desde la sede de la Nunciatura Apostólica de Luanda, Benedicto XVI afirmó que “contra un relativismo difundido que nada reconoce como definitivo y es más, tiende a defender como última medida el propio yo y sus caprichos, proponemos otra medida: el Hijo de Dios, que también es verdadero hombre. Él es la medida del verdadero humanismo”.

El Pontífice precisó que la amistad con Cristo “nos abre hacia todo lo que es bueno y nos ofrece el criterio para discernir entre el error y la verdad”.

Asimismo, advirtió que “la cultura y los modelos de comportamiento están cada vez más condicionados y caracterizados por las imágenes propuestas por los medios de comunicación social”. En este contexto, dijo, “son loables todos vuestros esfuerzos por tener, también en este nivel, una capacidad de comunicación que os capacite para ofrecer a todos una interpretación cristiana de los eventos, de los problemas y de las realidades humanas”.

Una vez más, el Santo Padre destacó las “dificultades y amenazas” que encuentra la familia, la cual “tiene una particular necesidad de ser evangelizada y concretamente sostenida, porque además de la fragilidad e inestabilidad interna de tantas uniones conyugales, existe la tendencia difundida en la sociedad y en la cultura de poner en duda el carácter único y la misión propia de la familia fundada en el matrimonio”.

“En vuestra solicitud de pastores por cada ser humano, seguid elevando la voz en defensa del carácter sagrado de la vida humana y del valor del instituto matrimonial y por la promoción del papel de la familia en la Iglesia y en la sociedad, pidiendo medidas económicas y legislativas que las sostengan en la generación y en la educación de los hijos”, indicó.

Terminado el encuentro, Benedicto XVI cenó con los obispos de Angola y Sao Tomé y con su séquito.

Benedicto XVI pide que africanos sean protagonistas, no solo destinatarios, del desarrollo.

LUANDA, 21 Mar. 09 / Comentarios: 0

Tras reunirse con el Presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, el Papa Benedicto XVI pronunció un discurso ante las autoridades y el cuerpo diplomático de Angola en el que pidió que los africanos sean los protagonistas y no solo destinatarios, de su desarrollo.

El Papa elogió los esfuerzos del Gobierno por la estabilidad y la libertad luego de 27 años de guerra civil y afirmó que “Angola sabe que ha llegado el tiempo de esperanza para África. Todo recto comportamiento humano es esperanza en acción”.

“Nuestras acciones no son nunca indiferentes a Dios y tampoco al desarrollo de la historia. Amigos míos, armados de un corazón íntegro, magnánimo y compasivo, podéis transformar este continente liberando a vuestro pueblo del azote de la codicia, de la violencia y el desorden, guiándolo por el sendero marcado por los principios indispensables para una democracia civil y moderna: el respeto y la promoción de los derechos humanos, un gobierno transparente, una magistratura independiente, una comunicación social libre, una administración pública honrada, una red de escuelas y hospitales que funciona y la determinación firme, enraizada en la conversión de los corazones, de acabar para siempre con la corrupción”, indicó.

El Santo Padre explicó que “el desarrollo económico y social de África requiere la coordinación del gobierno nacional con las iniciativas regionales y con las decisiones internacionales. Una coordinación de ese tipo presupone que las naciones africanas no se consideren solo como destinatarias de planes y soluciones elaboradas por otros. Los mismos africanos, trabajando por el bien de sus comunidades, deben ser los protagonistas de su desarrollo”.

Por las familias

El Papa Benedicto XVI también se refirió a la realidad de las familias africanas y recordó que “la familia es el fundamento sobre el que está construido todo el edificio social”.

“Sin embargo, como todos sabemos también aquí la familia se ve sometida a numerosas presiones: ansias y humillaciones causadas por la pobreza, desempleo, enfermedades, exilio. Asume un dramatismo particular el yugo de la discriminación de las muchachas y las mujeres, sin hablar de la innombrable práctica de la violencia y la explotación sexual que les acarrea tantas humillaciones y traumas”, afirmó.

Asimismo, denunció “las políticas de aquellos que, con el espejismo del avance del “edificio social”, amenazan sus mismas bases. ¡Qué amarga ironía la de los que promueven el aborto entre los cuidados de la salud materna! ¡Qué desconcertante la tesis de que la supresión de la vida es una cuestión de salud reproductiva!”.

Al finalizar el discurso, el Papa se trasladó a la nunciatura apostólica, donde se encontró con los obispos de Angola y Sao Tomé.

Camino espiritual del cristiano es la conversión cotidiana, recuerda el Papa Benedicto

LUANDA, 20 Mar. 09

En su mensaje al Presidente de Angola, autoridades civiles y el cuerpo diplomático de Angola, el Papa Benedicto XVI resaltó que “el camino espiritual del cristiano es el de la conversión cotidiana, a esto la Iglesia invita a todos los líderes de la humanidad, para que ella pueda seguir así por los senderos de la verdad, la integridad, el respeto y la solidaridad”.

Tras reunirse con el Presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, el Papa Benedicto XVI pronunció su discurso ante las autoridades civiles, ante quienes dijo que “Angola sabe que ha llegado para África el tiempo de la esperanza. Todo comportamiento humano recto es esperanza en acción”.

“Nuestras acciones no son nunca indiferentes ante Dios, y tampoco lo son por el desarrollo de la historia. Amigos míos, armados de un corazón íntegro, magnánimo y compasivo, pueden transformar este Continente, liberando a vuestro pueblo del flagelo de la codicia, de la violencia y el desorden”.

Par hacerlo, continuó el Papa, es necesario guiar al pueblo africano “por el sendero de los principios indispensables para toda democracia moderna y civil: el respeto y la promoción de los derechos humanos, un gobierno transparente, una magistratura independiente, una comunicación social libre, una honesta administración pública, una red de escuelas y hospitales funcionando de modo adecuado, y la firme determinación, radicada en la conversión de los corazones, de erradicar de una vez por todas la corrupción”.

“En el mensaje de este año para la Jornada Mundial de la Paz he querido reclamar la atención de todos a la necesidad de una aproximación ética al desarrollo. Más que simples programas y protocolos, las personas de este continente están justamente pidiendo una conversión profundamente convencida y durable de los corazones hacia la fraternidad. Su pedido a cuantos sirven en la política, en la administración pública, en las agencias internacionales y en las compañías multinacionales es sobre todo esta: ¡Sigan de modo verdaderamente humano, acompáñennos, nuestras familias, nuestras comunidades!”

Seguidamente el Santo Padre precisó que no solo hace falta un trabajo coordinado de los gobiernos africanos con la comunidad internacional para lograr el desarrollo sino también “que los mismos africanos, trabajando juntos por el bien de sus comunidades, deben ser los agentes primarios de su desarrollo”.

El Papa denunció luego –tras hablar de su alegría profunda por sentirse en familia en África– la “amarga ironía de quienes promueven el aborto entre las curas de la salud ‘materna’. ¡Qué desconcertante es la tesis de quienes consideran que la supresión de la vida es una cuestión de salud!”

Finalmente, Benedicto XVI recordó también que la Iglesia sirve siempre “a los más pobres de este continente. Puedo asegurarles que ella, a través de iniciativas diocesanas e innumerables obras educativas, sanitarias y sociales de distintas órdenes religiosas, programas de desarrollo de las Caritas y de otras organizaciones, seguirá haciendo todo lo que le es posible para sostener a las familias –incluidas también las golpeadas por los trágicos efectos del SIDA– y para promover la igual dignidad de las mujeres y hombres sobre la base de una armoniosa complementariedad”.

Al despedirse de Camerún el Papa alienta lucha contra injusticia, pobreza y hambre

VATICANO, 20 Mar. 09

En su discurso de despedida en el aeropuerto de Nsimalen en Yaundé, capital de Camerún, el Papa Benedicto XVI alentó el trabajo “para eliminar la injusticia, la pobreza y el hambre cualesquiera sea el lugar donde los encontréis”.

El Papa invitó a todos a seguir rezando “para que la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos se demuestre un tiempo de gracia para la Iglesia en todo el continente, un tiempo de renovación y de nuevo compromiso en la misión de llevar el mensaje salvífico del Evangelio a un mundo lacerado”.

Al recordar algunos momentos de su viaje en este país, el Santo Padre rememoró su visita al Centro de rehabilitación Cardenal Léger, donde fue “conmovedor observar los cuidados reservados a los enfermos y discapacitados. Esa compasión, semejante a la de Cristo es una señal segura de esperanza para el futuro de la Iglesia y de África”.

Sobre su encuentro con la comunidad musulmana, Benedicto XVI manifestó el deseo de que católicos y seguidores del Islam “prosigan el camino hacia una mejor comprensión recíproca”, y afirmó que reza para que unos y otros “crezcan en el respeto y la estima mutuos” y fortifiquen “la decisión de colaborar para proclamar la dignidad que Dios ha dado a todo ser humano, un mensaje que un mundo cada vez más secularizado necesita escuchar”.

El Papa también recordó el “momento histórico de la promulgación del ‘Instrumentum laboris’ de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos. Un momento de gran esperanza para África y para todo el mundo”, e invitó al pueblo de Camerún a responder a la llamada del Señor que lleva aparejado el compromiso de “aportar reconciliación, curación y paz en las comunidades y en la sociedad”.

Finalizado su discurso Benedicto XVI se embarcó a las 10:30 (hora local) rumbo a Luanda, capital de Angola, segunda etapa de su viaje apostólico a África.
Camino espiritual del cristiano es la conversión cotidiana, recuerda el Papa Benedicto

Iglesia debe ser comunidad de personas reconciliadas para realizar su misión, recuerda el Papa.

VATICANO, 20 Mar. 09

En su discurso a los doce miembros del Consejo Especial para África del Sínodo de los Obispos, el Papa Benedicto XVI recordó que para realizar su misión, la Iglesia debe ser una comunidad de personas reconciliadas con Dios y entre ellas; y alentó la construcción de un África más justa y pacífica.

En las palabras del Papa dirigidas ayer por la tarde a los representantes de Nigeria, Tanzania, Sudáfrica, Argelia, Camerún, Mozambique, Congo, Burkina Faso, Zambia, Madagascar y Egipto, el Papa recordó que el continente africano había sido “santificado por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Dios eligió vuestro continente para que fuese morada de su Hijo. Mediante Jesús, Dios vino al encuentro de cada ser humano, pero de modo particular, al encuentro del africano”.

Refiriéndose a “algunos momentos significativos de la historia cristiana” del continente, Benedicto XVI recordó que San Marcos “dio testimonio en África de la muerte del Hijo de Dios en la cruz”. “La Buena Nueva de la venida del Reino de Dios se difundió rápidamente en el norte del continente, donde hubo ilustres mártires y santos y generó insignes teólogos. Con la llegada de los europeos en los siglos XV y XVI, las poblaciones sub-saharianas encontraron a Cristo. En los siglos XIX y XX llegaron misioneros, hombres y mujeres de todo el Occidente, de América Latina y de Asia”.

El Papa destacó luego la labor de los catequistas africanos, “compañeros inseparables de los misioneros en la evangelización. Evocando su glorioso recuerdo, saludo y aliento a sus dignos sucesores que trabajan hoy con la misma abnegación, el mismo coraje apostólico y la misma fe de sus predecesores. ¡Que Dios los bendiga con generosidad!”.

Recordando a “los numerosos santos” africanos, mencionó en especial a “los gloriosos mártires de Uganda, los grandes misioneros Ana Maria Javouhey y Daniele Comboni, así como Sor Anuarite Nengapeta y el catequista Isidoro Bakanja, sin olvidar a la humilde Josefina Bakhita”.

Comentando el tema de la II Asamblea Especial para África relativo a la reconciliación, la justicia y la paz, el Santo Padre subrayó que “para realizar bien la propia misión, la Iglesia debe ser una comunidad de personas reconciliadas con Dios y entre ellas. De este modo puede anunciar la Buena Nueva de la reconciliación en la sociedad actual, que por desgracia en muchos lugares experimenta conflictos, violencias, guerras y odio”.

“Los conflictos locales o regionales, las masacres y los genocidios que se desarrollan en el continente nos desafían de modo particular: si es verdad que en Jesucristo pertenecemos a la misma familia y compartimos la misma vida, porque en nuestras venas circula la misma sangre de Cristo, que nos hace hijos de Dios, miembros de la Familia de Dios, no debería existir más odio, injusticias, guerras entre hermanos”.

Benedicto XVI afirmó que “la Iglesia-Familia de Dios en África, ya desde la primera Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos, realizó una opción preferencial por los pobres, poniendo de manifiesto que la deshumanización y opresión que aflige a los pueblos africanos no es irreversible; al contrario, presenta a cada uno un desafío, el de la conversión, la santidad y la integridad”.

Tras resaltar que “el Hijo, mediante el que Dios nos habla, es Él mismo Palabra hecha carne”, el Santo Padre exclamó: “¡Es urgente que las comunidades cristianas sean cada vez más lugares de escucha profunda de la Palabra de Dios y de lectura meditativa de la Sagrada Escritura!”.

El Pontífice señaló que “en la Eucaristía se pone claramente de relieve que la vida es una relación de comunión con Dios, con nuestros hermanos y nuestras hermanas, con toda la creación. La Eucaristía es fuente de unidad reconciliada y en la paz”.

“En su carne, Él reconcilió a todos los pueblos. Con la fuerza del Espíritu Santo dirijo a todos este llamamiento: ¡Dejaos reconciliar!. Ninguna diferencia étnica o cultural, de raza, de sexo o de religión debe ser un motivo de disputa entre vosotros. Todos sois hijos del único Dios, nuestro Padre, que está en los cielos”.

Finalmente, el Papa exhortó a que “con esta convicción será finalmente posible construir un África más justa y pacífica, a la altura de las esperanzas legítimas de todos sus hijos”.

San José es ejemplo de paternidad y de servicio fiel y sabio, recuerda el Papa.

YAUNDÉ, Camerún

Al presidir las vísperas esta tarde en la Basílica María Reina de los Apóstoles en esta capital, ante los obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas, diáconos, miembros de movimientos eclesiales y algunos representantes de otras confesiones cristianas, el Papa Benedicto XVI resaltó el ejemplo de San José para todos y cómo el Santo Custodio es ejemplo de paternidad, y servicio fiel y sabio al plan de Dios.

En su homilía, el Papa resaltó la figura del Padre adoptivo de Jesús y explicó que “San José manifiesta de manera sorprendente, que es padre sin haber ejercitado una paternidad carnal. No es el padre biológico de Jesús, del cual solo Dios es Padre, y sin embargo ejercita una paternidad plena y entera. Ser padre es por encima de todo ser servidor de la vida y del crecimiento. San José ha dado prueba, en este sentido, de una gran dedicación. Por Cristo ha conocido la persecución, el exilio y la pobreza que de ellas deriva. Ha debido establecerse en un lugar distinto al de su ciudad. Su sola recompensa fue la de estar con Cristo”.

Seguidamente, el Santo Padre precisó, recordando el ejemplo de San José, que no “se trata de ser un servidor mediocre, sino de ser un servidor ‘fiel y sabio’. Estos dos adjetivos no son casuales: sugieren que la inteligencia sin fidelidad y la fidelidad sin sabiduría son cualidades insuficientes. La una desprovista de la otra no permiten asumir plenamente la responsabilidad que Dios confía”.

Al dirigirse luego a los sacerdotes y tras exhortarlos a vivir la paternidad como la vivió San José, el Santo Padre los alentó a que “la celebración de la Eucaristía sea verdaderamente el centro de vuestra vida sacerdotal y que sea también el centro de vuestra acción eclesial. En efecto, para toda la vida, Cristo nos llama a participar en su misión, a ser testimonios, para que su Palabra pueda ser anunciada a todos”.

Luego de recordarles la fidelidad que le deben al Plan de Dios, así como San José fue llamado a “cuidar de María y el Niño Jesús”, Benedicto XVI agradeció “por su generoso esfuerzo” a los sacerdotes “al servicio de la Iglesia y los aliento a dejarse turbar por las dificultades del camino”.

“A los jóvenes que se preparan a unirse a vosotros, como a quienes se hacen todavía la pregunta, quiero decirles que será una gran alegría que tengan el don de donarse totalmente para el servicio de Dios y de la Iglesia. ¡Tengan el coraje de ofrecer un ‘sí’ generoso a Cristo!”

Seguidamente el Papa pidió a los consagrados y religiosos que miren también el ejemplo de San José que “nos enseña que se puede amar sin poseer. Contemplándolo, cada hombre y mujer puede, con la gracia de Dios, ser llevado a la curación de sus heridas afectivas para luego estar en condiciones de entrar en el proyecto de Dios que ya ha iniciado a realizar en los que están cerca de Él, así como José entró en la obra de la redención a través de María y gracias a lo que Dios hizo en él”.

Esta meditación sobre San José, dijo luego el Pontífice, “nos invita a reconocer la medida de toda la riqueza de su vocación y del modelo que es él para todos los que han querido volcar su existencia a Cristo, en el sacerdocio como en la vida consagrada o en distintas formas de laicado”.

“José ha vivido a la luz del misterio de la Encarnación. No solo con una proximidad física, sino también con la atención del corazón. José nos revela el secreto de una humanidad que vive en la presencia del misterio, abierta a él a través de los detalles más concretos de la existencia. En él no hay separación entre fe y acción. Su fe orienta de manera decisiva sus acciones”.

Finalmente y tras recordar luego que la vida de “San José, transcurrida en la obediencia a la Palabra, es un signo elocuente para todos los discípulos de Jesús que aspiran a la unidad de la Iglesia”, Benedicto XVI confió a la Virgen María, Reina de los Apóstoles, “la consagración de cada uno de vosotros, vuestro deseo de responder más fielmente al llamado que se os ha hecho y a la misión que se os ha confiado. Invoco su intercesión para vuestro bello país. Amén”.

Rumbo a África

El Papa Benedicto XVI recuerda que preservativos no solucionan el SIDA

Tras partir esta mañana desde Roma hacia la capital de Camerún, Yaundé, el Papa Benedicto XVI señaló que el SIDA en África y en el mundo, “no se puede superar con la distribución de preservativos, que, al contrario, aumentan los problemas”.

En su acostumbrado diálogo en el avión papal cuando emprende alguno de sus viajes apostólicos, en este caso el primero que lo lleva a tierras africanas, el Santo Padre precisó que la “única vía eficaz para luchar contra la epidemia es una renovación espiritual y humana de la sexualidad”, unida a un “comportamiento humano moral y correcto, destinada a sufrir con los sufrientes”.

Benedicto XVI también recordó que la Iglesia hace muchas cosas por los enfermos de SIDA en África, informa la agencia Ansa.

Al comentar la situación de la Curia Vaticana tras la remisión de la excomunión a los 4 obispos lefebvristas, el Santo Padre dijo que su supuesta soledad y su alegado distanciamiento de los cardenales es tan solo un “mito ridículo”.

“No me siento solo de ninguna manera”, comentó. “Me dan ganas de reír cuando lo oigo. Estoy rodeado de amigos, y cada día veo a mis colaboradores, los jefes de los dicasterios y los obispos”, añadió.

En Camerún

Vengo a África para confirmar a mis hermanos en la fe, dice el Papa Benedicto XVI

YAUNDÉ, 17 Mar. 09

En su primer discurso al descender del avión que lo ha llevado en su histórico primer viaje al África, el Papa Benedicto XVI señaló que “vengo entre vosotros como pastor. Vengo para confirmar a mis hermanos y mis hermanas en la fe. Esta es la tarea que Cristo ha confiado a Pedro en la Última Cena, y este es el rol de los sucesores de Pedro”.

En su discurso en francés, luego de la bienvenida del Presidente de Camerún, Paul Biya, Benedicto XVI recordó que “el testimonio de muchos grandes santos de este Continente durante los primeros siglos del cristianismo –San Cipriano, Santa Mónica, San Agustín, San Atanasio, por nombrar solo algunos– asegura al África un puesto de distinción en los anales de la historia de la Iglesia”.

Tras recordar que en África hay unos 150 millones de católicos, el Santo Padre precisó que “he venido aquí para presentar el Instrumentum laboris para la Segunda Asamblea Especial” del Sínodo de los Obispos de África “que se realizará en Roma en el próximo octubre. Los padres sinodales reflexionarán en torno al tema ‘La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, la justicia y la paz: Son la sal de la tierra… son la luz del mundo’ (Mt 5,13-14)”.

“Luego de casi diez años en el nuevo milenio, este momento de gracia es un llamado a todos los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos del Continente para dedicarse nuevamente a la misión de la Iglesia a llevar esperanza a los corazones del pueblo de África, y con ello a los pueblos de todo el mundo”.

Tras recordar el testimonio de Santa Josephine Bakhita, como ejemplo de la “transformación que el encuentro con el Dios viviente puede generar en una situación de gran sufrimiento e injusticia”, el Papa Benedicto XVI precisó que “frente al dolor o la violencia, a la pobreza o al hambre, a la corrupción o al abuso de poder, un cristiano no puede permanecer en silencio”.

“El mensaje salvífico del Evangelio exige ser proclamado con fuerza y claridad, para que así la luz de Cristo pueda brillar en medio de las vidas de las personas. Aquí en África, como en tantas otras partes del mundo, innumerables hombres y mujeres anhelan oír una palabra de esperanza y consuelo”.

Seguidamente el Santo Padre afirmó que en estos tiempos de escasez de alimentos, crisis financieras, cambios climáticos, África sufre los males del “hambre, la pobreza y la enfermedad” ante los cuales los habitantes de este continente “imploran a viva voz la reconciliación, la justicia y la paz, y esto es efectivamente lo que la Iglesia les ofrece. No nuevas formar de opresión económica o política, sino la libertad gloriosa de los hijos de Dios. No la imposición de modelos culturas que ignoran el derecho a la vida de los no nacidos, sino el agua salvadora del Evangelio de la vida. No rivalidades interétnicas o interreligiosas, sino la rectitud, la paz y la alegría del Reino de Dios, descrito en modo apropiado por el Papa Pablo VI como la ‘civilización del amor'”.

“Aquí en Camerún, en donde más de un cuarto de la población es católica, la Iglesia está bien encaminada para llevar su misión por la salud y la reconciliación. En el Centro Cardinal Léger, podré observar personalmente la solicitud pastoral de esta Iglesia local por las personas enfermas y sufrientes, y particularmente encomiable por los enfermos de SIDA en este país para que sean curados gratuitamente”.

“El esfuerzo educativo –dijo luego el Papa– es otro elemento-clave de la Iglesia, y ahora vemos los esfuerzos de generaciones de profesores misioneros llevar su fruto en la obra de la Universidad Católica del África Central, un signo grande es esperanza para el futuro de la región”.

Tras poner de ejemplo de paz a Camerún, Benedicto XVI indicó que este país “es una tierra de jóvenes, bendecida con una población joven llena de vitalidad e impaciente por construir un mundo más justo y pacífico. Justamente es descrita como un ‘África en miniatura’, patria en donde más de doscientos grupos étnicos viven en armonía unos con otros. Son estos, entre tantas otras, las razones para alabar y agradecer a Dios”.

Seguidamente el Papa hizo votos para que “la Iglesia aquí y en toda África pueda continuar creciendo en santidad, en el servicio a la reconciliación, en la justicia y la paz. Ruego para que el trabajo de la Segunda Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos pueda alentar el fuego de los dones que el Espíritu ha derramado sobre la Iglesia en África”.

Finalmente, el Santo Padre precisó que reza “por cada uno de vosotros, vuestras familias y seres queridos y pido a vosotros unirse a mí en la oración por todos los habitantes de este vasto continente. ¡Que Dios bendiga a Camerún! ¡Que Dios bendiga a África!”

Fuente/Autor: Aciprensa

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