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Cruzan la frontera sur más de 400 mil indocumentados de CA; detienen a 50%

Sólo 34 agentes migratorios vigilan los más de mil kilómetros de la zona limítrofe.

En 2004, poco más de 400 mil indocumentados centroamericanos se internaron a México por la frontera sur. De éstos, 204 mil fueron detenidos por las autoridades migratorias de nuestro país, y 54 mil lograron llegar a Estados Unidos, pero fueron aprehendidos por la Patrulla Fronteriza.

La detención de indocumentados centroamericanos por autoridades mexicanas creció 41 por ciento en el lapso 2001-2004, lo que contrasta con una reducción de 33 por ciento de los cruces documentados en el mismo periodo.

Los datos anteriores forman parte de un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Migración (INM) para evaluar la problemática que se registra en la frontera con Guatemala y Belice, con el propósito de encontrar caminos de solución, ya que “la política no será cerrar la frontera con muros”.

Por supuesto, no existe un cálculo disponible, siquiera aproximado, respecto al número de personas que sí logran su objetivo, es decir, aquellos que esquivan la incipiente vigilancia en la frontera mexicana y alcanzan su objetivo: internarse en territorio estadunidense y hallar un empleo para enviar dinero a sus lugares de origen.

La cifra de 400 mil indocumentados centroamericanos coincide con el número de mexicanos que cada año, ante el precario nivel de vida en sus lugares de origen, cruzan el río Bravo para tratar de encontrar un mejor nivel de vida.

En ese contexto, el gobierno del presidente Vicente Fox pondrá en marcha nuevos lineamientos de política migratoria integral en la frontera sur de México, como alternativa para hacer frente a los retos, especialmente en materia de seguridad.

Para el registro y control de los cruces de todo tipo en los mil 100 kilómetros de la frontera sur mexicana, sólo existen 13 puntos de internación (revisión oficial), y hasta agosto pasado sólo había 34 agentes migratorios al día para atender toda esta región.

Ernesto Rodríguez, director del Centro de Estudios Migratorios del INM y coordinador de esta investigación, precisa que la nueva política no consistirá en elevar el número de agentes -ante las restricciones presupuestales-, sino en la profesionalización del (escaso) personal, así como programas para la facilitación del acceso migratorio con el respeto a los derechos humanos en el mismo nivel que deseamos para los mexicanos que cruzan la frontera del vecino país del norte.

A partir de esta propuesta, señaló, México está en condiciones muy superiores de afrontar la problemática migratoria nacional. Este país es un enorme corredor de tránsito hacia Estados Unidos y también un país receptor, por lo que debemos partir de un principio básico: “la política (migratoria) no será cerrar la frontera con muros, sino reconocer el movimiento local de esta frontera, pero sin descuidar por esto la seguridad nacional. La idea es reconocer este movimiento transfronterizo, pero a su vez mejorar la documentación de los flujos para avanzar en la seguridad”, señaló.

Al término de los foros 2005 en torno a este tema, en los cuales participaron funcionarios de los gobiernos federal y estatales, legisladores, diplomáticos y académicos, se llegó al acuerdo de facilitar los flujos migratorios documentados que tienen como destino temporal y definitivo los estados de la frontera sur con México.

De igual forma, proteger los derechos de los migrantes; actualizar la legislación migratoria, “tomando en consideración las particularidades del fenómeno”, y contribuir a la seguridad en la frontera, con el propósito de disminuir el tráfico y la trata de migrantes, al tiempo de fortalecer el intercambio de información entre las instituciones involucradas en el combate a las bandas organizadas y grupos delincuenciales.

Cifras

En la frontera sur, el año pasado se registró un flujo “documentado” de 1.4 millones de personas; de éstos, 1.2 millones están clasificados como “visitantes locales terrestres”, esto es, aquellos con la forma migratoria de visitante local y con pase local; 86 mil 967 llegaron a México en calidad de turistas; 41 mil 894 como trabajadores agrícolas; 40 mil 296, de “visitantes”; 23 mil 798 como trasmigrantes (viajeros en tránsito con rumbo hacia otro país), y 2 mil 265 otro tipo de inmigrantes, como estudiantes, diplomáticos, ministros de culto o periodistas.

Sin embargo, la estadística que mantiene en alerta a las autoridades mexicanas y de los países de Centro y Sudamérica se refiere al flujo indocumentado. Como se mencionó, de 400 mil 235 personas en esa condición que llegaron por territorio de Chiapas, Quintana Roo y Tabasco (entidades que cuentan con registro), 204 mil 113 fueron detenidas por el INM. En este grupo se ubican guatemaltecos (60 por ciento del total, según cálculos de la representación diplomática de ese país), hondureños, salvadoreños y nicaragüenses.

De igual forma, de ese “flujo indocumentado”, 54 mil 626 fueron detenidos por las autoridades estadunidenses.

Fuente/Autor: FABIOLA MARTINEZ