Sí, fuiste congelado hace 9 años. Eras simplemente un embrión probeta, conseguido gracias a las nuevas técnicas de reproducción artificial. Te metieron en un líquido especial, a unos 200 grados bajo cero. Había que decidir tu suerte, y tardaron un poco… Tus papás querían esperar un momento oportuno, el mejor momento para ellos. Como tú no podías decir nada, el tiempo iba pasando: meses, años… Quizá algún médico, nervioso por el retraso, pensó que lo mejor sería destruirte. Quizá otro quería, de todos modos, darte una oportunidad, hacer un experimento contigo: a ver qué pasa después de tanto tiempo. Así serías una noticia importante en las revistas científicas. Tus papás aceptaron, y la noticia salió a la prensa: Ha nacido […]