El sacerdote fue asesinado por odio a la fe en 1946 CIUDAD DEL VATICANO Con un decreto firmado el 3 de julio por Benedicto XVI, la Iglesia de Roma ha reconocido el “martirio por odio a la fe” de Francesco Bonifacio, un sacerdote de Istria, Italia, quien se había convertido en consuelo para las víctimas de la limpieza étnica aplicada por el mariscal yugoslavo Tito, tras la segunda guerra mundial. Pronto será inscrito en el libro de los beatos este sacerdote asesinado en 1946 a los 34 años, cuya causa de beatificación fue iniciada en 1957 por el entonces arzobispo de Trieste, monseñor Antonio Santin. De 1943 a 1945, las tropas yugoslavas de Tito, en colaboración con los comunistas italianos, […]