Siempre queremos lo que no tenemos y nunca sabemos apreciar lo que sí tenemos. Lo anterior es una paráfrasis de dos dichos populares, y aunque suenen trillados, no podrían estar más cerca de la realidad. O si no, díganme: ¿cuántas familias se ven separadas por problemas tontos que podrían solucionarse con una simpla plática acerca de ellos? ¿no vemos, tanto en las películas como en la vida real, casos de esposos y novios, que, sin saber realmente el tesoro que tienen enfrente, van buscando oro en lugares que no les pertenecen? Ésta es una realidad, muy triste, sí, pero realidad al fin. Quisiera decir que hay una solución fácil a este problema. Pero no todo es lo mismo en la […]