Cuando interpelando a nuestra vida escuchamos la palabra aventura nos llegan como un torrente una serie de ideas y emociones, en ocasiones hasta confusas, de lo que esta expresión puede significar. Se puede pensar en riesgo, incertidumbre o diversión; y podemos sentir ansia, miedo o energías para emprender algo. Lo cierto es que son muy pocos aquellos que son capaces de quedar indiferentes ante la oportunidad de lanzarse a una aventura tal como tomar un par de bicicletas y viajar por semanas sin rumbo con apenas lo necesario para sobrevivir unos días, o internarse en un bosque desconocido, o escalar una montaña con el mínimo de protección. Sin embargo, una aventura cada vez más extraña para el mundo de […]