De los Escritos de Juan Bautista Scalabrini. ¡Me llora el corazón al ver que tantos jóvenes estudiantes se pierden, mientras tan fácilmente nosotros podríamos salvarlos! Sean para ellos, ¡oh hermanos!, los cuidados más solícitos y afectuosos. ¡Salvemos, oh salvemos a esta pobre juventud estudiantil y todo habremos salvado con ella!… No es sólo por el gran afecto que yo siento por ella, que me atrevo proferir aquí nuevamente ante ustedes este grito, sino también para desendeudarme, de una promesa que hice a Pío IX, de santa memoria. – Continúe, me dijo un día con ese modo suyo tan paternal, continúe siendo, Monseñor, el Apóstol del Catecismo -, y diciendo esto, quizás para que no olvidase la recomendación, me regaló, en […]