La poca atención que tienen los hijos por parte de los padres de familia, la crisis de valores que enfrentan y la falta de oportunidades de desarrollo, hacen que los jóvenes se sientan devaluados, confundidos y con baja autoestima. César Ávalos, siquiatra de los Centros de Integración Juvenil, explica que en plena adolescencia, es decir a los 15 años, con toda la crisis propia de la edad, los jóvenes no cuentan con la madurez y el criterio para sortear con sabiduría las dificultades. Parte de las características de esta etapa es la rebeldía, la oposición, el llamar la atención y esto los hace más vulnerables, y el otro factor es el familiar. La apertura de oportunidades para el desarrollo profesional […]