No fueron ustedes que me eligieron a mí
(Jn 15,16). Es una constante en la Biblia: siempre es Dios que toma la iniciativa. Quiere forma a su pueblo, que prepare la venida de su Hijo: invita a Abraham a salir de su tierra y a ir a la tierra que le mostrará (Gen 12,1). Quiere liberar a su pueblo de la esclavitud de los Egipcios: le habla a Moisés desde la zarza ardiente y le dice: Ve, pues, yo te envío al Faraón
(Ex 3,1ss). Quiere enviar a un profeta a su pueblo y llama al joven Samuel en la noche (1Sam 3,1). Elige a David, uno de los hijos de Jesé, para que sea rey y envía a Samuel a […]