Los tres Evangelios sinópticos, nos narran que Jesús subió con tres de sus discípulos a la montaña a orar. Y orando su cara se transfiguró y aparecieron Moisés y Elías hablando con él. Los apóstoles, Pedro, Juan y Santiago, quedaron atónitos. El impetuoso Pedro, tomó la palabra y dijo: Maestro que bien estamos aquí. Si quieres podemos hacer tres tiendas: Una para ti, una para Moisés y otra para Elías. La oración, seguramente no transformará nuestro rostro, pero la oración, si es auténtica, poco a poco irá transformando nuestro interior; es imposible escuchar a Jesús y quedarse como antes. Tampoco la oración nos dejará inactivos, como tampoco Jesús permitió que los apóstoles se quedaran allí arriba del monte bien tranquilitos, […]