Mientras no se sepa la verdad, las heridas del pasado seguirán abiertas y sin cicatrizar, expresó Juan José Gerardi Conedera, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala, el 24 de abril de 1998, cuando presentó el informe Guatemala nunca más, de Recuperación de la Memoria Histórica, 50 horas antes de ser brutalmente asesinado en la casa parroquial de San Sebastián. Gerardi, cuyo sepelio fue multitudinario, había dirigido la recopilación de datos y testimonios de víctimas del conflicto armado interno, a través de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado. En ese documento se vinculaba al Ejército con masacres, ejecuciones y desapariciones forzadas. Años antes Gerardi había denunciado abusos y muertes, como obispo de Santa Cruz del Quiché, donde la guerra […]