Estos jóvenes, que se caracterizan por el rostro cubierto con su cabello, son ahora protagonistas de los conflictos entre las llamadas tribus urbanas. Antes del 8 de marzo pasado, cuando cientos de jóvenes punk, skats, darks, entre otros, agredieron físicamente a emos en la Plaza de Armas de Querétaro, esa subcultura juvenil carecía de importancia e incluso pasaba desapercibida. En las principales ciudades del país llaman la atención por su estrafalaria apariencia, su maquillaje y porque caminan cabizbajos con el rostro cubierto por sus cabellos. En ese mismo tono, las frases que se repetían en bares o en el transporte público como Haz patria. Mata a un emo; me cagan los emos y pinche emo eran irrelevantes. La inicitación a […]