LA PAZ VERDADERA La inquietud y la tristeza siempre son malas, porque surgen del amor propio, lo mismo sucede con la paz y la alegría que no surgen de Cristo. No toda paz es buena, como tampoco lo son todas las alegrías. Cuando me alegro de que algo a mi me ha salido bien, estoy sintiendo una alegría humana que tiene una breve duración. Esta es una migaja. Si corremos detrás de este tipo de alegrías, detrás de este género de paz, nos encontraremos siempre ante una especie de castillo de naipes, que se derrumba al menor soplo, porque nuestro Señor no acepta, que la paz de este mundo, sea algo duradero en nuestra vida. La paz de Cristo es […]