EN DICIEMBRE DE 1997, ANA ORANTES, una mujer granadina maltratada, fue quemada viva por su marido tras relatar su historia en televisión. La difusión del suceso a través de los medios de comunicación puso de manifiesto el drama de las víctimas del terrorismo doméstico en toda su crueldad. Desde entonces, las cifras revelan una tendencia creciente. Entre 1999 y 2003, 246 mujeres murieron a manos de sus maridos, parejas o ex compañeros, según el Instituto de la Mujer. La cifra de víctimas asciende a 315, si seguimos el recuento de la Red Estatal de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género, basado en las noticias aparecidas en la prensa. Murieron apuñaladas, atropelladas, quemadas vivas, descuartizadas, lanzadas al vacío… En muchos […]