Hace poco más de un año sucedió en Argentina un hecho insólito. Cinco hermanos que vivían en Pico Truncado, Santa Cruz, se encontraban bajo la custodia de una jueza. Ésta no podía hallar quién los adoptara, por lo que decidió hacer una petición pública. Para asombro de todos, ¡más de cien familias se ofrecieron a recibirlos! He dicho que esto es insólito no sólo por lo extraordinario del suceso -que alguien adopte de golpe a cinco niños- sino porque en los tiempos que corren, la familia numerosa parece una especie en extinción -máxime si es adoptada-. Sin embargo, antes era normal entrar en una casa y encontrar a un buen grupo de hermanos sonrientes y traviesos, que llenaban de mil […]