Señor te escucho llamándome y yo te seguiré Dos testimonios extraordinarios sobre la vocación «Pues ¿dónde te encontré para conocerte porque ciertamente no estabas en mi memoria antes que te conociese, dónde te encontré, pues, para conocerte, sino en ti sobre mí? No hay absolutamente lugar, y nos apartamos y nos acercamos, y, no obstante, no hay absolutamente lugar. ¡Oh Verdad!, tú presides en todas partes a todos los que te consultan, y a un tiempo respondes a todos los que te consultan, aunque sean cosas diversas. Claramente tú respondes, pero no todos oyen claramente. Todos te consultan sobre lo que quieren, mas no todos oyen siempre lo que quieren. Óptimo ministro tuyo es el que no atiende tanto a […]