Señor, mi corazón joven tiene ansia de ti. No siempre es fácil encontrar palabras para pedir tu luz y bendición. Estoy seguro que antes de que yo te hable de mis temores, sueños, dolores y esperanzas, tú ya los conoces. Eres un Dios de amor, compañero y amigo, en las buenas y en las malas. ¿En quién puedo confiar si no es en ti? Cuando me siento triste y confundido, tú eres mi consuelo. Cuando no sé hacia dónde caminar, tú eres el guía y compañero que ilumina mi camino. Cuando tengo motivos de alegría, en ti me gusta pensar. Siempre encuentro motivos para estar agradecido. Te agradezco que hayas puesto en mí el valor y la fortaleza para buscar […]