MÉXICO
Cada año unos 300.000 menores, en su mayoría indígenas, abandonan junto a sus familias sus comunidades de origen para trabajar en campos agrícolas del norte de México, denunciaron el lunes dos organismos de Naciones Unidas.
Esos menores, de los cuales 42% sufre algún grado de desnutrición, son además “víctimas de discriminación por etnia, género y por hablar alguna lengua indígena”, dijeron el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
“Muchos trabajan en los campos agrícolas con el consecuente riesgo para su salud y desarrollo”, añadieron ambas organizaciones.
En enero pasado un niño indígena de ocho años murió atropellado por un camión mientras recolectaba tomates en un campo agrícola en Sinaloa, Culiacán, noroeste de México, denunciaron a su vez organizaciones de derechos humanos en un comunicado en el que exigen una indemnización para los padres del menor.
La falta de alimentos en el ámbito rural afectaba a unas 2,3 millones de familias en 2005, lo que representó un aumento de 210.520 hogares, es decir 3% más que en 2004, según cifras oficiales.
Ese panorama obliga a trabajar a un total de “3,3 millones” de menores mexicanos entre “6 y 14 años”, es decir uno de cada tres niños de esas edades.
“En las comunidades indígenas esta cifra se duplica: 36% de los niños y niñas trabajaban”, agregó el comunicado de la Unicef.
Fuente/Autor: AFP