Las dificultades de hoy no deben hacernos olvidar que la vida consagrada está basada en el diseño de Dios. Lo ha reafirmado el Papa al encontrar a los superiores generales de las congregaciones masculinas al término de su asamblea semestral. Busquen a Dios en los hermanos que les ha dado, con los cuales comparten la misma vida y misión; búsquenlo en los hombres y mujeres de su tiempo, a los cuales están invitados a ofrecerles el don del Evangelio. Búsquenlo, particularmente, en los pobres, los primeros destinatarios de la Buena Noticia; búsquenlo en la Iglesia, en donde el Señor se hace presente. El Papa exhortó a los superiores generales a encontrar las formas para volver efectiva la vida fraterna en comunidad y a favorecer la comunión, la mutua comunicación, el calor y la verdad en las relaciones recíprocas. Para las congregaciones religiosas, la misión es parte esencial de la vocación y es renovada la presencia de los consagrados en los areópagos de hoy para anunciar, como hizo San Pablo en Atenas, al Dios ignoto.