Ayer es la palabra…
Ayer es la palabra de los nostálgicos.
Mañana es la palabra de los indecisos.
Hoy es la palabra de los convencidos.
Porque el pasado ya no está y el futuro aún no ha llegado,
de modo que es el presente el tiempo de construir,
el tiempo de luchar, el tiempo de amar,
y es en un hoy perenne donde el mundo concentra sus mejores experiencias y
los más consistentes de todos sus proyectos.