Momentos Alegres Momentos alegres #17927 de enero de 2020 – Oye, ¿Por qué estás aprendiendo francés? – Porque acabo de adoptar a un niño francés recién nacido y necesito aprender su idioma, para cuando empiece a hablar. La mamá a la hija: – Cada vez que no me escuchas, me sale un cabello blanco. – Mamá, ¿nunca te fijaste en mi abuela? – Mamá, un pajarito te ensució el vestido. – Vamos al templo, Raulito… – Y ¿para qué, mamá? – Para dar gracias a Dios que los elefantes no vuelan. Un sacerdote les pregunta a tres de sus feligreses: – ¿Qué es la fe? – La fe consiste en ver lo que no vemos. – La fe es creernos […]

Momentos Alegres Momentos alegres #17827 de enero de 2020 – Mamá, mamá… ¿Puedo ir a una fiesta de 15 años? – No, hijo, es demasiado larga. – A mí antes me perseguían las mujeres. – ¿Y por qué ya no? – Es que ya no robo bolsos. Un empleado del gobierno contrata a un gallego para que pinte las líneas de la calle. El primer día pinta 10 Km. y el jefe queda contento. El segundo dia pinta 5 Km. y el jefe no dice nada. El tercer día pinta 2 Km. y el jefe no dice nada. El cuarto día sólo pinta 10 metros y el jefe enojado le pregunta: – ¿Cómo es posible que el primer dia pinte […]

Momentos Alegres Momentos alegres #17727 de enero de 2020 – ¿Cuántos son los mandamientos de la Ley de Dios? – Para los hombres son diez, pero para las mujeres son nueve, porque a ellas no se les aplica aquello de “no desearás la mujer de tu próximo”. – ¿Es cierto que su teléfono está muerto? – ¡Sí! Sus últimas palabras fueron: bip, bip, bip… – Oiga, doctor, tengo un tremendo catarro… – Tómese este fuerte purgante. – Y ¿Me voy a curar? – No, pero te dará mucho miedo estornudar. Estaba escrito en una estampita para choferes, que buscaban protección celeste: – A 40 Kms por hora: Yo soy el Señor tu dios, que te cuida. – A 50 Kms […]

Momentos Alegres Momentos alegres #17627 de enero de 2020 Dos jóvenes se peleando en la calle. En eso pasa un sacerdote. – ¿Por qué estás golpeando a tu compañero? – Es que él me dio primero un puñetazo. – ¿No sabes que Cristo manda poner la otra mejilla? – Pero me golpeó en la nariz y no tengo más que una. Confesión del novio. Todo nerviosos el novio salió del confesionario, pero en seguida regresó. – Padre, no me dio la penitencia. – Pero, hijo, ¿Para qué quieres más, si te vas a casar? Esa sí primera dama. Un día que Eva andaba de malas, se enfrentó a Adán: – No se te olvides que soy la primera dama. – […]