Los muros llegaron a Asia, Europa, África y Medio Oriente para dividir a poblaciones.
El muro que Estados Unidos pretende construir en la frontera con México no es el único en su tipo.
En la era de la globalización hay por lo menos 10 barreras físicas erigidas con el objetivo de dividir a las poblaciones de una misma zona y evitar el tránsito de personas.
Países asiáticos han levantado murallas con naciones vecinas para evitar el terrorismo, la inmigración ilegal o la delincuencia: la India con Bangladesh y Paquistán, y Tailandia con Malasia.
En Europa se han edificado barreras para impedir conflictos internos. En Irlanda del Norte para separar a protestantes y católicos, y en Chipre a chipriotas griegos de chipriotas turcos.
Existen vallas que miden 2.4 metros de alto, como la de Botswana con Zimbabwe, y aquellas que alcanzan 12 metros, como las llamadas líneas de paz en Irlanda del Norte.
Arabia Saudita construyó un muro en su frontera con Yemen de 458 kilómetros para detener el flujo de terroristas y ladrones.
En Ceuta y Melilla, enclaves españoles en África, existe una valla de seguridad de casi 20 kilómetros para controlar la migración.
Desde 2002 se construye en Israel una barrera de alambre y hormigón, con una longitud planeada de 680 kilómetros, para evitar el paso de terroristas palestinos.
“Los muros reviven una política excluyente, de rechazo a los migrantes, que aunque sea en el contexto de la defensa a la seguridad, termina reproduciendo una forma de discriminación. Es una medida radical y absurda”, señala Luis Alfonso de Alba, presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El muro aprobado por el Senado de EU el 29 de septiembre, estará constituido por cinco tramos que medirán en conjunto mil 200 kilómetros y con una altura de 5 metros, en la frontera con México.
Fuente/Autor: Nayeli Ceceña/Mural