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27 de enero de 2020

Cómo debe usar la Iglesia las redes sociales?

Hablar de Dios y anunciar su Palabra siempre ha sido razón de ser de todo creyente. Internet ha sido denominado por muchos como el nuevo continente para la evangelización. Los obispos estadounidenses tienen en su sitio web una guía de cómo usar las redes sociales.

Se trata de un documento de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) que consta de nueve apartados. No es dogma de fe pero sí es una guía de ayuda para aquellas parroquias o instituciones de la Iglesia católica que quieren desarrollar su tarea pastoral también a través del sexto continente.

Los obispos recuerdan que habla de Dios en las redes sociales es una responsabilidad para todo católico que las usa. El documento, que también puede aplicarse a España, explica que los social media suponen a la vez oportunidades y desafíos para la Iglesia católica. Y habla de tres categorías: la visibilidad, la comunidad y la responsabilidad.

– Visibilidad:

El auge de las redes sociales es imparable. Según estudios recientes, Facebook en España tiene 18 millones de usuarios activos cada mes. De ellos, 12 millones acceden a diario a esta red social. Dadas las cifras, creo que la Iglesia católica no debe perder la oportunidad de ser una voz más y estar visible en esta red y en otras.

El documento de la USCCB se plantea cómo dar el salto a Internet para anunciar la Palabra de Dios. Una parroquia o diócesis puede hacer a través de una web, un blog, perfiles en las redes sociales o a través de un grupo de WhatsApp. Las dos últimas opciones son gratuitas, la web siempre será de pago porque hay que comprar el dominio “punto com” o “punto es”. También es interesante valorar qué necesidades tiene la parroquia. Quizá una iglesia local no deba tener web pero sí un perfil de Twitter para emitir horarios y últimas noticias. Algunos afirman que miramos más de 150 veces el teléfono móvil al día. ¿Por qué la Iglesia desaprovecha la oportunidad de llegar a miles de smartphones?

No se trata de crear un blog o una página de Facebook, llenarla de contenido durante una semana y luego olvidarla. Hay que ser constantes y ofrecer informaciones para dar un servicio a la comunidad parroquial.

– Comunidad:

Como explica el documento de los obispos americanos, las redes sociales pueden ser herramientas poderosas para el fortalecimiento de la comunidad parroquial o la diócesis. Pero esta interacción digital a través de los social media no debe ser visto como un sustitutivo de las reuniones cara a cara. Las redes sociales pueden ayudar de diferentes formas a las comunidades: conectando a la gente con intereses similares, compartiendo información sobre eventos, creando diálogos sobre temas de fe, etc.

El uso de las redes sociales debe estar bien integrado en la comunicación de la parroquia o diócesis. Los usuarios se mueven a la perfección a través de múltiples plataformas, reciben información y entran en diálogo utilizando texto, audio o vídeo. Hay que valorar el público al que nos dirigimos. No tiene sentido enviar mensajes a través de Facebook si nos dirigimos a personas que no usan esta red social.

– Responsabilidad:

Las redes sociales pueden servir de nexo de unión para los miembros de una parroquia, diócesis o grupo religioso. Los usuarios de las redes sociales esperan que quienes gestionan los social media generen conversación y proporcionen información de manera continua.

Es interesante que una o varias personas estén pendientes de mensajes, comentarios y preguntas que se hagan a través de las redes sociales. Siempre hay que responder para ayudar.

El documento episcopal añade también una serie de directrices a tener en cuenta a la hora de que una parroquia o diócesis se embarque en la evangelización a través de las redes sociales de internet.

Fuente/Autor: Pablo H. Brejio / 24 noviembre 2014

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