“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

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ES TIEMPO DE RECONSTRUIR.

27 de enero de 2020

En la Biblia en la parte del antiguo testamento existe un libro llamado Nehemías, en el capitulo 1 de este libro leemos que Nehemías estaba en el palacio del rey Artajerjes y era el encargado de las bebidas o sea copero, en aquel entonces era común que mataran a los reyes poniéndoles veneno en su copa, o sea que el oficio que desempeñaba Nehemías era solo para empleados de alta confianza.

Como vemos él era un hombre con el porvenir asegurado pues vivía bien sirviéndole a su rey, sin embargo tan pronto le llegaron noticias de lo que le pasaba a sus compatriotas y de cómo su amada Jerusalén, estaba destruida, se puso triste y compasivo a pesar de que a él no le afecta en nada esa desgracia, después de llorar Nehemías hace a Dios una de las oraciones más bellas que encontramos en la Biblia:

“ ¡ah Yavé, Dios del Cielo, tu eres grande y temible! Tú guardas tu alianza y tu fidelidad a los que te aman y cumplen tus mandamientos.
Estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para escuchar la oración de tu siervo.
Estoy en tu presencia día y noche por tus servidores los hijos de Israel. Te estoy confesando los pecados que nosotros los hijos de Israel hemos cometido contra ti. Yo mismo y la familia de mi padre hemos pecado.
Nos hemos portado muy mal. No hemos cumplido tus mandamientos, leyes e instrucciones, que entregaste a tu siervo Moisés.
Pero acuérdate también de los que le dijiste a Moisés: “si ustedes no me son fieles, los dispersaré por las naciones. Pero si cumplen mis mandamientos y los ponen en práctica, los conduciré de nuevo al hogar donde he escogido vivir. Los reuniré aunque estén dispersos por el mundo.”

Imagínate que oración más sincera y desinteresada. Él oró por su pueblo, por los pecados de él y su familia, pero no trato de justificar sus errores, sino que los admitió con sincero arrepentimiento. Cuando nosotros oramos casi siempre solo pedimos por nosotros o por nuestros familiares o amigos, pero ¿cuándo oramos por nuestra ciudad o país?
Luego de haber escuchado esta oración Dios ayudo a Nehemias, pues como nos cuenta la historia un día mientras le servía a su rey este notó que Nehemias estaba triste entonces le preguntó que pasaba y el le contó la desventura de Jerusalén y su gente. Entonces después de pedírselo, el rey accedió a ayudarlo; le dio permiso de ir a la ciudad y reconstruirla, todo esto se los dio el rey pues el sabía que Nehemías no era un pedigüeño, y sus años de servició leal le hicieron ganar la simpatía del rey, pero sin duda alguna vemos la acción de la mano de Dios quien escuchó las suplicas de Nehemias he hizo que hasta le regalaran la madera para reconstruir la ciudad caída.
Hasta aquí dejamos la historia que por cierto es bastante interesante, tal vez te preguntes que tiene que ver todo eso con la vida de hoy, si leemos la Biblia notaremos que en la antigüedad (también lo demuestra la evidencia arqueológica) todas las ciudades tenían grandes murallas que las protegían de los enemigos, mientras más grandes y robustas más rico y poderoso era la ciudad, los habitantes se enorgullecían de sus murallas y puertas, en las murallas habían altas torres llamadas atalayas donde un vigía estaba día y noche mirando los alrededores. Sin embargo las puertas de la ciudad se abrían alegremente cuando era algún amigo de la ciudad quien llegaba.
Así como esas antiguas ciudades nuestro corazón es similar, tenemos que tener fuertes murallas para protegernos de los ataques del enemigo, pues él solo viene a robar, destruir y matar, el continuamente te tienta para que caigas, pero si tus murallas son fuertes y en tu ciudad reina Jesús como centro de tu vida ningún ataque del enemigo podrá contra ti, estando con él tu corazón tendrá altas atalayas que te harán ver al enemigo cuando quiere atacarte y no te hará caer.
Sin embargo muchos corazones jóvenes han sido dañados por el maligno y hoy son jóvenes encerrados en un mundo sin salida, la vida parece no tener sentido, y ante la menor tentación caen en los vicios en la perdición, en depresiones, no saben en quien confiar, les parece que Dios no les escucha. Si tu estas en una situación así pídele ayuda a Dios que es Todopoderoso, has una oración sincera, reconócete pecador ante él y dile que quieres su ayuda para empezar a reconstruir tu vida, que ya quieres salir de esa crisis en la que vives, en ese mundo donde un día eres feliz y al otro no, dile que quieres edificar tu vida sobre El, que de corazón quieres cambiar, que ya no quieres ser el mismo, y Jesús no dudará en ayudarte, con el reconstruirás tu vida, lo que el mal te quitó el te lo devolverá, harán grandes y resistentes murallas, una gran puerta que se abra solo para irradiar amor a los demás, y para recibir todo aquello que venga de Dios y te edifique, además si perseveras en la oración y la lectura de la Biblia, tu vida tendrá altas torres donde podrás ver de lejos los intentos de ataque del enemigo que ahora te quiere atacar más pues sabe que has reconstruido tu vida, sin embargo no hay nada de que temer pues Cristo venció en la cruz del calvario, y ahora vive en el corazón de quienes lo invitan a vivir con él. Así que basta de sufrir, hoy es tiempo de reconstruir, siempre se puede empezar mas estamos en adviento una época especial para reconstruir y prepararse para que así esta navidad Jesús pueda nacer verdaderamente en tu corazón y llenarte de bendiciones.

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