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Familia

Pornografía

27 de enero de 2020

Definición y distinción entre pornografía y erotismo

Desde hace algunos años, una auténtica ola sexual ha invadido el mundo. No sólo se han abierto numerosos comercios dedicados exclusivamente a lo sexual, sino que, además, el teatro, el cine, las revistas y la televisión, nos ofrecen abiertamente escenas que no hace mucho eran consideradas inmorales y delictivas.

Los defensores de la pornografía invocan el derecho a la libertad en el arte. Es indudable que no siempre es fácil distinguir entre el arte más o menos erótico, en el que también hay que contar con la evolución de las normas y costumbres, y la pornografía.

Ésta consiste en exhibir ante terceras personas, de manera deliberada, la intimidad real o simulada de dos personas, lo que ofende la castidad porque desnaturaliza el acto conyugal, don íntimo mutuo entre los esposos.

El rechazo a la idea de ser humano presente en la pornografía se basa en el derecho a la dignidad personal. La pornografía no considera a la persona como tal, sino que tiene valor única y exclusivamente como instrumento u objeto de placer sexual.

Se distingue del erotismo porque favorece la satisfacción y el desarrollo de tendencias parciales sin considerar la totalidad del ser sexuado, caracterizándose por su falta de amor e incitando al acto sexual en su mero aspecto físico. Los motivos eróticos en el arte se han dado en todos los tiempos y culturas, incluso dentro del arte eclesial, si bien integrados en el conjunto de la enseñanza de la fe. La pornografía, en cambio, aísla y acentúa excesivamente lo obsceno, con ruptura del equilibrio artístico.

Son representaciones de lo sexual que intentan ante todo dar paso libre a los instintos para que, sin estorbos ni barreras como la del pudor, provoquen en ellos excitaciones y sensaciones. Hace ver todo bajo el aspecto de excitación sexual. Hoy se ha pasado, además, a la pornografía dura y violenta, acompañada de toda clase de perversiones sexuales.

Efectos de la pornografía:

* fortalece las tendencias existentes, algo peligroso en los casos de perversiones

* afecta principalmente a personas inmaduras, limitando y desviando su desarrollo psicológico normal y la formación de una identidad sana

* elimina la capacidad crítica de los niños y adolescentes

* induce a franquear barreras y puede llegar a promover delitos y violencias sexuales (especialmente la pornografía dura)

* paraliza la sensibilidad de las personas hasta hacerlos moral y personalmente indiferentes a los derechos y dignidad de los demás (la pornografía blanda)

* crea dependencia y empuja a la búsqueda de material cada vez más excitante y perverso

* aumenta la probabilidad de adoptar comportamientos antisociales

En nuestros ambientes:

Actualmente la pornografía es un gran negocio económico. Se ha incorporado a todos los medios de comunicación. Internet es una fuente de difusión de material pornográfico altamente peligrosa, ya que muchas veces el material aparece en la pantalla sin haberlo buscado. (Caso: mamá que descubre a su hijo de 14 años frente a una página pornográfica. Al interrogarlo, él le responde que se abrió sin que él la buscara y que no ha logrado salir, porque al intentar volver a la página anterior, en realidad avanza. La mamá comprobó que su hijo no le mentía y que en el registro de la computadora aparecía este sitio en horarios en que su hijo no estaba en casa. Hay personas que se dedican a crear programas para enviar sitios pornográficos a otros computadores independientes de la intención de quien los usa).

Espectáculos, cine, teatro, radio revistas y televisión están llenos de escenas más o menos explícitas. Hay que ser cuidadosas en la elección y en cómo se explica a las jóvenes el peligro de asistir o leer sobre escenas que despiertan la sensualidad. En este sentido es útil comprender hasta qué punto son eventos casuales o que se repiten con cierta frecuencia o incluso que han creado cierta adicción. Hay que encontrar la forma de ayudar a la joven a eliminar de su vida este elemento. Algo que puede servir es llevar su interés hacia otro tipo de películas o lecturas o espectáculo.

No pensemos que nuestras adolescentes o jóvenes están libres de este peligro. El mercado de lectura pornográfica dirigida a mujeres es enorme, y muchas veces son sus propias mamás las que les facilitan los libros o a las que ven con ellos y les despiertan el interés. Es algo nocivo porque mediante descripciones del acto sexual se lleva a las jóvenes a excitarse y termina también siendo una adicción.

Fuente/Autor: Fuente: Mujer Nueva

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